La salida de expertos y la migración hacia startups y rivales como OpenAI y Anthropic ponen en duda la capacidad de Meta para mantener su liderazgo en inteligencia artificial y atraer a los mejores profesionales del sector.
Por Mirko Racovsky
Fuente: Infobae
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La crisis de talento en inteligencia artificial que atraviesa Meta ha colocado a la compañía en el centro del debate tecnológico global. De acuerdo con Forbes, la empresa dirigida por Mark Zuckerberg sufre una fuga de cerebros inédita, en medio de una campaña de contratación de expertos y ofertas millonarias para revertir la situación.
Durante años, Meta —antes Facebook— fue referente para los principales investigadores y desarrolladores del sector. Sin embargo, en el último tiempo, la compañía ha perdido profesionales que fundaron o se sumaron a startups como Perplexity, Mistral, Fireworks AI y World Labs.
Otros talentos migraron a gigantes como OpenAI, Anthropic y Google, debilitando la presencia de Meta en el ecosistema de Silicon Valley. Tres exempleados consultados por Forbes describieron el fenómeno como un golpe importante. “Ya tenían a las mejores personas y las perdieron a manos de OpenAI… Esto es Mark intentando revertir la pérdida de talento”, relató uno de ellos.
Fuga de talento y ofensiva de contratación
La magnitud de la fuga ha sido tal que, según ejecutivos de empresas rivales citados por Forbes, Meta dejó de ser referencia en la captación de investigadores de alto nivel. “Quizá nos interesen algunos de los nuevos fichajes de Mark, pero hace tiempo que no nos interesan los que ya estaban allí”, afirmó un alto directivo de una de las compañías líderes en IA.
Google, por ejemplo, ha contratado menos de dos docenas de empleados de IA provenientes de Meta desde el otoño pasado, frente a los cientos de incorporaciones totales en ese periodo, lo que refuerza la percepción de que el talento disponible en Meta ha disminuido de forma considerable.
En respuesta, Zuckerberg lanzó una ofensiva para atraer a expertos, con remuneraciones que, según The Wall Street Journal, superan los 1.000 millones de dólares en varios años para algunos candidatos. Entre los fichajes más destacados figuran Alexandr Wang, ex CEO de Scale AI, ahora al frente de un laboratorio en Meta enfocado en “superinteligencia”, junto a Nat Friedman, ex CEO de GitHub, y una docena de investigadores provenientes de OpenAI, Google DeepMind y Anthropic.
Algunos de estos profesionales habrían recibido paquetes de compensación entre 100 millones y 300 millones de dólares para cuatro años, aunque Meta sostiene que esas cifras están infladas. En junio, la empresa incorporó también a Daniel Gross, ex CEO de Safe Superintelligence, e intentó recuperar a antiguos colaboradores como Joel Pobar y Anton Bakhtin, quienes emigraron a Anthropic.
A pesar de estos movimientos, la pérdida de talento continúa. En 2024, Meta fue la segunda empresa tecnológica más afectada, con un 4,3% de los nuevos empleados en laboratorios de IA provenientes de sus filas, según cifras de SignalFire citadas por Forbes.
Anthropic sumó recientemente a Laurens van der Maaten, co-líder de la estrategia de los modelos Llama. Otras salidas recientes incluyen a Dan Bikel, nuevo jefe de IA en Writer; Cristian Canton, ahora en el Barcelona Supercomputing Center; y Naman Goyal y Shaojie Bai, en Thinking Machine Labs.
La startup Mistral ha contratado al menos nueve científicos de IA de Meta desde 2023, y xAI, la empresa de Elon Musk, sumó 14 ingenieros procedentes de Meta desde enero, según Forbes y Business Insider.
Cultura interna y percepción en la industria
La opinión de que Meta soborna talento “de segunda línea” se ha extendido entre los competidores. Un fundador de startup de IA comparó a la compañía con un equipo deportivo que paga valores desproporcionados, generando la impresión pública de contar con los mejores únicamente por el tamaño de los salarios.
Dario Amodei, CEO de Anthropic, relató que empleados de su empresa rechazaron ofertas de Meta y aclaró que no modificaría los salarios internos por las cifras ofrecidas por Zuckerberg: “Si Mark Zuckerberg lanza un dardo y te toca, eso no significa que debas ganar diez veces más que tu colega igual de talentoso”, señaló en el Big Technology Podcast, citado por Forbes.
Los datos de retención agudizan el problema. De acuerdo con SignalFire, Anthropic retiene al 80% de su plantilla, DeepMind al 78%, OpenAI al 67% y Meta queda atrás con un 64%. El informe abarca todos los roles a tiempo completo, no solo investigadores en IA, pero la brecha es significativa. Jarod Reyes, responsable de la comunidad de desarrolladores en SignalFire, explicó que Meta contrata ingenieros al doble de ritmo que los pierde, aunque la competencia por talento senior y la presión por cubrir vacantes en iniciativas nuevas son intensas.
El origen del conflicto se remonta a la transformación interna de Meta. En 2013, creó FAIR (Facebook AI Research) bajo la dirección de Yann LeCun y se convirtió en uno de los laboratorios de IA más prestigiosos.
Sin embargo, desde 2023 la compañía reorganizó su estructura, relegando a FAIR en favor de GenAI, un equipo orientado a productos, lo que dejó a FAIR con menos recursos y protagonismo. Según extrabajadores citados por Forbes, FAIR perdió peso mientras GenAI enfrentó presión extrema para lanzar productos como el asistente conversacional y los personajes de IA debutados en la conferencia Meta Connect. Un exinvestigador mencionó que el equipo pasó de entre 200 y 300 personas a casi 1.000 en pocos meses, bajo constante presión para entregar resultados.
La dinámica interna se ha visto afectada por las exigentes evaluaciones semestrales, que exigen demostrar impacto en el negocio. Un exinvestigador explicó que esto dificulta la colaboración y fomenta la competencia interna, ya que los empleados deben proteger sus proyectos para asegurar su permanencia. Además, las reorganizaciones frecuentes y la falta de una visión clara han provocado desmotivación y confusión, según testimonios.
Las críticas aumentaron tras la publicación de un ensayo interno de nueve páginas titulado Fear the Meta culture, escrito por Tijmen Blankevoort, ex científico de IA en la empresa. El documento describe un ambiente de desánimo, sobrecarga laboral y temor a despidos, con líderes que modifican constantemente el rumbo.
Tras la filtración, Blankevoort aclaró que su intención era aportar una crítica constructiva. El portavoz de Meta, Ryan Daniels, quitó relevancia a esas afirmaciones y aseguró a Forbes que la empresa está entusiasmada con los recientes cambios y contrataciones en liderazgo e investigación.
El lanzamiento de Llama 4, el nuevo modelo de IA de Meta presentado en abril, acentuó la percepción negativa. El modelo fue señalado por bajo rendimiento en razonamiento y codificación, y la empresa fue acusada de inflar sus resultados en pruebas de referencia, aunque Meta negó dichas acusaciones.
Un exinvestigador lo calificó como un “desastre”. A la vez, la creación del laboratorio de superinteligencia genera inquietud entre los empleados, que perciben un rol cada vez más incierto dentro de la organización.
La industria interpreta la estrategia de Meta como una apuesta por “mercenarios”, profesionales motivados solo por remuneración, frente a los “misioneros”, personas guiadas por un propósito. Sam Altman, CEO de OpenAI, envió una carta a su equipo afirmando que “los misioneros superarán a los mercenarios”, y advirtió que la táctica de Meta puede provocar serios problemas culturales.
OpenAI ha respondido ajustando salarios y entregando bonificaciones millonarias a sus equipos de investigación. May Habib, CEO de Writer, lamentó que la visión mercenaria de las grandes tecnológicas está deshumanizando el sector, según declaraciones recogidas por Forbes.
El pasado de Meta también pesa sobre su reputación. La compañía ha enfrentado polémicas por interferencia electoral, desinformación y el impacto en la salud mental de adolescentes, complicando su capacidad para atraer talento. Yann LeCun reconoció a Forbes que Meta aún arrastra una imagen negativa dentro del sector.
Mientras la empresa trata de reconstruir su equipo y recuperar prestigio, la percepción entre expertos en IA es que Meta progresa con lentitud en la superación de sus problemas de imagen, en un ambiente de escepticismo y desconfianza.