Miles de personas, incluidos familiares de los secuestrados, volvieron a marchar este sábado en Tel Aviv y otras ciudades para reclamar un acuerdo que permita el regreso de los cautivos.
La manifestación semanal para exigir un acuerdo global entre el gobierno de Israel y las milicias terroristas de la Franja de Gaza se extendió este sábado por varias ciudades israelíes. Una vez más, la protesta se centró en la demanda de un pacto que ponga fin a la guerra y garantice la liberación de todos los rehenes retenidos en el enclave palestino.
Miles de personas, incluidas familias de los rehenes del grupo terrorista Hamas, se congregaron en la plaza de los Rehenes en Tel Aviv, epicentro de los reclamos, portando banderas israelíes y carteles exigiendo acciones inmediatas.
Durante la tarde, manifestantes también se concentraron en el cruce de Nahalal, en el norte del país.
En ambos escenarios, las familias afectadas desplegaron banderas amarillas como símbolo de solidaridad y protesta por la situación de los secuestrados.
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En las inmediaciones de la puerta Begin, uno de los accesos principales al cuartel general de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en Tel Aviv, se registró otra multitudinaria concentración. Allí, familiares de cautivos y activistas opositores reclamaron negociar con Hamas para asegurar el regreso de los secuestrados. Según los organizadores, estas manifestaciones buscan reforzar la presión sobre el primer ministro Benjamin Netanyahu y su gabinete para aceptar un acuerdo que desbloquee el conflicto.
Estas protestas sirven como antesala a un paro nacional convocado para este domingo por el Consejo de Octubre, organización que representa a algunas familias de los rehenes y de personas fallecidas durante la guerra entre las tropas israelíes y las agrupaciones terroristas en la Franja de Gaza. El movimiento, bajo el lema “Israel en pausa”, instó a la ciudadanía a paralizar actividades a partir de las 07:00 hora local (04:00 GMT) con concentraciones en cruces viales, marchas, actos religiosos y manifestaciones a lo largo del día.
El Foro de Familias de Rehenes y Desaparecidos comunicó que, durante la multitudinaria manifestación de este sábado en Tel Aviv, familiares de los secuestrados pronunciaron un mensaje conjunto: “Mañana, el pueblo de Israel saldrá a las calles en masa para exigir la única demanda moral que importa en este momento: un acuerdo integral para traer a todos los rehenes de regreso a casa. Ahora. Porque no tenemos otro país”.
Las protestas y la huelga han cosechado amplio respaldo en diversos sectores. Tres de las principales universidades del país —la Universidad Hebrea de Jerusalén, el Technion de Haifa y la Universidad Abierta de Israel— informaron que permitirán a su personal y estudiantes unirse a la jornada de protestas el domingo. Alrededor de 75 gobiernos locales han manifestado su apoyo, incluido el alcalde de Tel Aviv, Ron Huldai.
Las autoridades esperan una afluencia especialmente numerosa en la plaza de los Rehenes de Tel Aviv, donde las estimaciones apuntan a cerca de un millón de asistentes a lo largo de la jornada. A las 20:00 hora local (17:00 GMT), está programada una concentración frente a la sede central del ejército israelí, foco habitual de reclamos y epicentro de la presión ciudadana desde el inicio de la guerra.
El paro cuenta también con la adhesión de varias empresas tecnológicas, entre las que destacan Wix, HoneyBook y Fireblocks. Asimismo, la Asociación de Abogados de Israel anunció su respaldo a los reclamos, permitiendo la participación de sus afiliados.
Por otro lado, la Histadrut, federación sindical mayoritaria que integra a unos 800.000 trabajadores, comunicó que no se sumará oficialmente al paro, aunque respaldará a todo trabajador que decida incorporarse a las manifestaciones. La decisión se adoptó tras mantener conversaciones con representantes empresariales y familiares de las personas retenidas en Gaza.
La presión social sobre el ejecutivo israelí se intensifica a medida que aumentan las voces que consideran imprescindible lograr un acuerdo con las milicias palestinas. Las familias de los rehenes exigen garantías efectivas de liberación, mientras otros grupos también abogan por poner fin a la operación militar en Gaza.
La jornada del domingo y la magnitud de la protesta marcarán un nuevo capítulo en la crisis social y política que atraviesa Israel desde el inicio de la guerra, ante el creciente reclamo de familias y ciudadanos para que se priorice la liberación de los secuestrados y el retorno a la normalidad del país.
(Con información de EFE)