Ascenso en uso de billeteras digitales en Bolivia marca punto de inflexión histórico, pero la calidad del servicio se estanca


Bolivia experimenta un punto de inflexión histórico en la adopción tecnológica financiera, con 22% de la población ahora en el nivel «Alcanzado» de inclusión, 9 puntos más que en 2021, mientras la calidad del servicio no logra seguir el mismo ritmo evolutivo, por lo que se plantea el próximo desafío para una industria que ha conseguido masificar el acceso pero que ahora debe demostrar que puede mejorar la experiencia del usuario.

eju.tv



El más reciente Índice de Inclusión Financiera de Credicorp revela una transformación radical en los hábitos financieros de los bolivianos. las billeteras digitales han triplicado su adopción desde 2021 y posicionaron a Bolivia como líder regional en pagos móviles, aunque este avance contrasta con el estancamiento en la calidad percibida de los servicios financieros.

Los datos son precisos que el 46% de los bolivianos ahora posee billeteras móviles o aplicaciones de pago digital, un porcentaje que no solo triplica el 15% registrado en 2021, sino que supera ampliamente a economías como Chile (26%) y Ecuador (29%). Este crecimiento explosivo ha impulsado el índice general de inclusión financiera del país, que escaló de 39 a 43 puntos en el último quinquenio, según el estudio que mide el acceso, uso y calidad del sistema financiero en ocho países latinoamericanos.

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«La digitalización está transformando la forma en que los latinoamericanos acceden y utilizan los servicios financieros», manifestó el CEO del BCP Bolivia, Christian Hausherr, y agregó que esta transformación es particularmente evidente en Bolivia, donde el 27% de la población ya utiliza billeteras digitales para pagos y compras, con lo que se supera el promedio regional del 22% y donde se han convertido en el medio principal para transferencias (47%), desplazando a la banca móvil (37%) y la banca por internet (12%).

Sin embargo, detrás de este panorama alentador se esconde una realidad menos dinámica. Mientras el acceso a servicios financieros creció de 39.3 a 46.1 puntos y el uso aumentó de 21.1 a 25.6 puntos, la calidad percibida se mantuvo relativamente estable en 57.4 puntos. Esta estabilidad sugiere que, aunque más bolivianos ingresan al sistema financiero digital, su satisfacción con los servicios no ha mejorado significativamente.

La paradoja se explica de la siguiente manera. Bolivia experimenta un punto de inflexión histórico en la adopción tecnológica financiera, con 22% de la población ahora en el nivel «Alcanzado» de inclusión, 9 puntos más que en 2021, mientras la calidad del servicio no logra seguir el mismo ritmo evolutivo, por lo que se plantea el próximo desafío para una industria que ha conseguido masificar el acceso pero que ahora debe demostrar que puede mejorar la experiencia del usuario.