Esta diferencia convierte la búsqueda de un sustento en una situación de frustración y abuso económico.
En la ciudad de El Alto, numerosas personas en situación de desempleo reclamaron contra las casas de empleo a las que acusan de publicar ofertas laborales fraudulentas. Según las denuncias, estas agencias ofrecen condiciones laborales que no se cumplen, desde el salario prometido hasta las tareas específicas del cargo, además exigen un pago inicial por información que suele ser inexacta o falsa, por lo que explotan la necesidad de los buscadores de trabajo.
Una de las afectadas describió con claridad la naturaleza engañosa de estas prácticas. “Pero al llegar a las empresas te ofrecen 2.000 y te dicen, ‘te vamos a pagar de acuerdo a lo que hagas’. Ya no es lo que te ofrecen aquí (en las casas de empleo)”, dijo una mujer a Cadena A y así evidenció la brecha entre la oferta publicitada y la realidad a la que se enfrentan.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
El problema se agrava una vez que los trabajadores llegan al lugar de trabajo. Otra denunciante relató que los empleadores frecuentemente exigen labores no acordadas inicialmente y utilizan la presión psicológica.
“Hay ratos, cuando llegas a trabajar, te quieren hacer (trabajar) más cosas y si no haces rápido… te quieren hacer aburrir”, explicó otra joven y relató cómo los empleadores crean un ambiente hostil para justificar posteriormente recortes salariales o el despido.
El incumplimiento del salario pactado es la queja más recurrente. Las trabajadoras señalan que los empleadores rebajan el sueldo prometido bajo el pretexto de un desempeño insuficiente. “De niñera saben decir 2.500, después cuando ya no haces bien tu trabajo, con esa excusa ya te quieren rebajar”, denunció otra joven.
Las personas en situación de desempleo coincidieron en que este sistema de búsqueda de trabajo carece de confiabilidad. “Otras cosas ya nos hacen hacer, o si no, ya va a ser descuento… no es muy seguro el sueldo”, reclamó una de las mujeres. Estas denuncias exponen la vulnerabilidad de los desempleados en El Alto, quienes, ante la falta de oportunidades formales, caen en redes que se aprovechan de su necesidad y perpetuan un ciclo de precariedad laboral.