Un arqueólogo británico sostiene que la mítica figura que nutre las leyendas británicas no era un personaje real, sino que fue una amalgama de tres caudillos, un general y un emperador.
Según el arqueólogo, la figura clave en la creación de la leyenda del rey Arturo fue un hombre llamado Ambrosius Aurelianus, que vivió a finales de los años 400. Un 39% del mítico personaje fue tomado prestado de Magnus Maximus, general romano que vivió en torno al año 380. Sin embargo, el mito de Arturo también bebería del emperador romano Constantino I (8%), del caudillo Arvirargus del siglo I d.C. (24%) y del líder militar Casivelono que combatió a Julio César en el 54 a.C (12%).»Es un eco de todos estos individuos: lo que hizo Godofredo de Monmouth fue crear un superhéroe celta de su tiempo, un personaje para los británicos compuesto de las mejores partes de aquellos individuos que vivieron antes», explica Russell.¿Y quién es el rey Arturo que llegó hasta nuestros días? El arqueólogo británico sostiene que es un personaje ficticio, a cuya figura otros escritores luego añadieron Camelot, la Mesa Redonda, el Santo Grial e incluso el triángulo amoroso de Ginebra y Lanzarote del Lago.Según la historia original, que es la de «conquista y agresión», el «superhéroe celta» se dirige a Europa con un ejército para forjar un gran imperio y su imagen es la de un personaje «profundamente desagradable y antipático», explica el científico.»Esta es la magia del Rey Arturo: cada generación lo reinventa y añade algo nuevo a la mezcla», concluye Russell, agregando que para entender quién era en realidad hace falta volver al relato original.Fuente: actualidad.rt.com