Los expertos empiezan a temer que su expansión sea imparable. Los carteles colombianos aún influyen en Bolivia y Brasil.
Detención: autoridades de la Fiscalía de México muestran a Vicente Zambada García (centro), hijo del jefe del cartel de Sinaloa, ayer
Estados Unidos ve con preocupación creciente lo que ocurre en México, al sur de su frontera.
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La Prensa
Bogotá / EFE.- Los narcotraficantes mexicanos están extendiendo sus tentáculos hacia toda América. En algunos países tienen ya una logística muy desarrollada, y los expertos empiezan a temer que su expansión sea imparable.
Los carteles mexicanos “están operando en 41 países, están traficando cientos de miles de personas, cientos de miles de armas y tienen un poder económico que va mucho más allá de lo que pensamos”, informó recientemente Edgardo Buscaglia, ex asesor de la ONU en asuntos de narcotráfico.
Pese a esa “hegemonía” mexicana, los narcotraficantes de Colombia mantienen su influencia en países como Brasil y Bolivia, cuya Policía ha detectado laboratorios que producen la cocaína “al estilo colombiano”.
El negocio del narcotráfico, en el que participan “directamente” unas 150.000 personas e indirectamente otras 300.000 vinculadas a los cultivos de marihuana y opio, mueve entre 15.000 millones y 25.000 millones de dólares al año en México, según el secretario adjunto para Asuntos Antinarcóticos de Estados Unidos, David Johnson.
La guerra sin cuartel que libran los carteles rivales entre sí y su combate paralelo contra el despliegue militar y policial sin precedentes puesto en marcha por el Gobierno de Felipe Calderón se saldaron el año pasado con una cifra que da escalofríos: más de 5.600 muertos.
En Estados Unidos, tanto autoridades del Gobierno como jefes militares han reconocido hace algunas semanas que miran cada vez con más preocupación hacia su vecino del sur.
Reportes de Inteligencia señalan que los carteles mexicanos tienen presencia en 200 ciudades estadounidenses.
El presidente Barack Obama estudia el envío de tropas a la frontera y hablará de la gravedad de la situación con su homólogo Felipe Calderón en su visita a México de mediados de abril.
Unos 12 mexicanos están detenidos en Argentina acusados de integrar una red de traficantes de efedrina, un precursor químico usado para elaborar drogas como el éxtasis.
Los investigadores creen que su líder es el mexicano Jesús Martínez Espinoza, que en noviembre fue extraditado desde Paraguay, donde había sido detenido, y sospechan que la banda tiene vinculación con el cartel de Sinaloa.
En Centroamérica el problema lo representan grupos como “Los Zetas”, brazo armado del cartel del Golfo. Jorge Rojas, director del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) de Costa Rica, indicó que los narcotraficantes colombianos han dejado de transportar la droga hasta México, lo que ha obligado a los carteles de ese país a desplazarse más al sur a fin de recoger los cargamentos.
En este contexto, Panamá se ha convertido “en un punto logístico de encuentro”, principalmente para los carteles de Sinaloa, del Golfo y de Tijuana, según la Fiscalía de Drogas de ese país.
La Policía asestó un golpe contundente al cartel de Sinaloa en 2007 con la captura de 20 miembros de esa organización en Nicaragua y en Uruguay, y se desmanteló a principios de 2008 una red de “narcos” dirigida desde México.
En cuanto a Perú, segundo productor mundial de cocaína, preocupa cada vez más la penetración de los narcotraficantes mexicanos, que según las autoridades de ese país han desplazado a los colombianos.
Drogas
En el negocio de los estupefacientes participan directamente unas 150.000 personas.
Una lucha sin cuartel se libra entre varias organizaciones criminales de traficantes.
En México hubo el año pasado 5.600 muertes relacionadas con la violencia del narcotráfico.
Barack Obama estudia la posibilidad de enviar tropas a la frontera de su país con México.
Este tema será tratado en la entrevista que sostendrá con el presidente Felipe Calderón.
El encuentro será en abril. Será la primera visita de Obama a una nación latinoamericana.