Carlos Meleán*
Dicen que el tiempo sana las heridas y pensándolo bien esta oración no tiene valor, porque en realidad el olvido hace que los hechos negativos pierdan el impacto de ese momento determinado donde se dieron… y si hubo muertos pues pasan a la estadística como números en una determinada fecha y hora y pare de contar. Por eso podría empezar a enumerar todos los errores de este gobierno, pero si los que nos gobiernan no tienen la capacidad para darse cuenta que hicieron muchas fallas, ¿entonces de qué sirve el pedir justicia? De nada, sin olvidar de paso que nuestra justicia es comprada. Pero el 2011 hubo 2 cosas que nadie puede olvidar, los linchados que siguen sin conocer la justicia y los 1500 del TIPNIS que fueron cobardemente asaltados, cual si fueran viles delincuentes, con lo que mandamos al otro mundo no solamente a la justicia sino a la democracia también.
¿Entonces en qué se basa la historia, si los hechos pierden su valor por nuestra indiferencia, por nuestra amnesia colectiva? La historia se basa entonces simplemente en todo aquello que tiene que quedar escrito, para que los intereses de ciertos grupos queden descritos para que generaciones futuras, tengan ídolos, héroes, mártires… Pero en ningún lugar se honra a todos aquellos que sufrieron la injusticia, sufrieron bajo un gobierno déspota, sufrieron las consecuencias de la ignorancia cruda… Los tratados son parte de ese juego asqueroso, porque después esos documentos legales son interpretados, reciben un nuevo sentido, reciben nuevos justos y pecadores… ¿Que el tratado de 1904 no era correcto? ¿Que el tratado por el TIPNIS, tiene que ser cambiado MAS aún, ahora que hay la pro marcha por la carretera? Juegos, simples juegos y nosotros de peones, de figuritas pendejas, que perdieron toda capacidad de pensar, de sentir, de entender lo que es justo o no…
Y así pasan los años y cada vez vamos enterrando al tiempo, con todas las posibilidades que regalamos para no construir una sociedad más humana, y bueno siempre hay los culpables, en eso somos expertos en buscar a los culpables y nosotros somos siempre las víctimas, las victimas de nuestros hechos, de nuestros pensamientos, de nuestras palabras, de nuestros actos, de nuestro olvido… Lo que pasó el 2003 o el 2005 o 1971 vale, vale un perejil y de esos momentos claves en nuestra historia no aprendimos nada. ¿Será que somos un pueblo vacunado contra los nuevos conocimientos? Quién sabe… lo único que podemos ver cada día es que no mejoramos, que seguimos estancados en modelos mentales, en modelos políticos, en modelos económicos, en modelos morales, en modelos éticos que ya no sirven, pero igual nos van enterrando.
En pocos días se acaba este año y al parecer lo único importante es la fiesta, es el baile, la farra, la comida y así todo lo pasado, todo el esfuerzo de miles pasa a otro plano, a un plano menos importante, como también las barrabasadas de nuestros gobernantes pierden su valor trágico…. y al final nos alejamos de nuestra responsabilidad, de nuestra realidad y llegamos a la realidad definida en unos cuantos metros cuadrados donde al final solamente queda un chaki del demonio.
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¿Será la vida tan fácil, o será la vida tan complicada? ¿O será que nosotros convertimos la vida tal cual es? ¿Y ahora si nuestro presidente pasa las vacaciones en el Cuzco pagando esos gastos privados de fondos públicos o no, es un problema o quisiéramos que fuera uno? Nuestra realidad perdió su brújula, nuestros valores cayeron, por fin, y así vamos tambaleando, porque algún rato tenemos que darnos el porrazo, con la esperanza de que entonces entendamos la lección, que 1500 nos la dieron, no hace siglos, sino hace pocas semanas.
Q.E.P.D 2011 tú no tienes la culpa de nuestros males, por eso te vas así como viniste, con mucho trago, baile, bulla, y miles de promesas de cambio… Promesas… palabras quemadas al viento.
¡Pero igual… ahí seguiré pidiendo justicia para los del TIPNIS y todos los linchados!
*Hamburgo, Alemania