Un actor más conocido por su trabajo en películas independientes, Mark Ruffalo es el miembro nuevo en este club de superhéroes.
“Los muchachos me hicieron sentir muy bien. La competencia es sana entre todos nosotros”, asegura.
La suya es la tercera reencarnación cinematográfica de El increíble Hulk, después de Eric Bana y Edward Norton, pero a diferencia de los anteriores, él se puede reconocer en las facciones del monstruo digitalizado, ya que esta vez se trabajó con el método de imagen capturada.
“Todos estaban caminando por el set con sus uniformes increíbles y yo andaba con una especie de pijama, lleno de pins metálicos, muy ridículo por cierto… Pero después, en pantalla, el resultado es muy cool”.
Ruffalo explica que ahora Bruce Banner está más maduro y comenzando a aceptar su destino con resignación. “Esa es quizá la diferencia más importante entre este Hulk y los anteriores. El está aceptando a la bestia que late dentro suyo.”
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Amigo en la vida real de Robert Downey Jr, con quien trabajó antes en Zodíaco , a las órdenes de David Fincher, dice que esta vez la reunión fue mucho más divertida. “Robert es histriónico y en un set donde todos caminaban disfrazados a su alrededor se hizo una fiesta, como podrán imaginarse”.
El actor asegura que cuando el director Joss Whedon lo llamó para ofrecerle el rol le contó que se había inspirado en lo que el actor Bill Bixby hizo en la serie televisiva. “Así que me renté esos viejos episodios y me puse a verlos de corrido con mi hijo de 10 años. A la altura del tercer episodio me miró y me dijo compungido: ‘Pobre, es un incomprendido’, así que se puede decir que basé mi personaje en la intuición de un chico de 10 años”.
Su anécdota más bochornosa fue haber quedado desnudo frente al actor Harry Dean Stanton, después de volver a convertirse en humano tras un ataque de furia.
“Cómo puede ser que sólo Stanton lo vio desnudo, es un bajón, yo quise hacer la película sólo para verlo desnudo a Mark”, se lo escucha bromear a Downey Jr.
Ruffalo cuenta que supo ser un joven actor con mucha rabia adentro, como la que tiene su personaje.
“A los 20, cuando no conseguía trabajo de actor, tenía mucha rabia y solía pegar con el puño en las paredes de mi departamento. Puedo entender que todos llevamos a una bestia adentro. Veinte años después, habiendo hecho trabajos en un arco interpretativo muy grande, me llega este primer superhéroe y no puedo menos que estar feliz”, confiesa.
Fuente: www.clarin.com