Nueva República Federal


Freddy Camacho Calizaya

FREDDY CAMACHO 1. El Estado Plurinacional es la última fase de la republica centralista fundada en 1825.

Evo Morales asumió la Presidencia de la República en medio de inusitada expectativa por su promesa de cambio estructural que implantaría en Bolivia una nueva forma de Estado, transformaría la Economía, y cambiaría la forma de pensar y la conducta de la sociedad boliviana.



Sin embargo, muy temprano se desnudó la incompetencia para hacer realidad las tareas planteadas, veamos:

a) No cambiaron el modelo neoliberal, porque no tienen proyecto alternativo. Ensayaron slogans como socialismo del siglo XXI, capitalismo andino, economías de reciprocidad, etc., pero ninguna medida de cambio estructural. Hoy, el Presidente Evo discursea en los foros internacionales contra la globalización y el capitalismo, pero la economía de Bolivia sigue siendo capitalista dependiente, mono exportadora de materias primas, y miembro periférico del sistema capitalista globalizado.

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b) Tampoco tienen modelo de Estado alternativo al sistema republicano, solo cambiaron los nombres, así de República de Bolivia pasamos a Estado Plurinacional y a las instituciones democráticas del sistema republicano les añadieron el término Plurinacional, como si cambiándoles el nombre cambiaran la esencia. El Congreso de la República pasó a ser Asamblea Plurinacional; la Corte Suprema de Justicia, Tribunal Supremo Plurinacional; la Corte Nacional electoral, Tribunal Electoral Plurinacional, etc., y se dedicaron a implementar mecanismos jurídicos para reelegirse en el gobierno indefinidamente.

c) Asimismo, bloquearon y desnaturalizaron el proceso autonómico que era la única reforma real al sistema republicano; al contrario, híper centralizaron el poder agravando el tradicional caudillismo, al extremo de que hoy, El Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Órgano electoral, la Fiscalía, el Alto Mando Militar, el alto mando policial, la Contraloría, los gobernadores, alcaldes, no pueden tomar decisiones importantes si no es con la venia del Presidente, que ha concentrado en si todo el poder. El Estado plurinacional entonces es un Estado envilecido caudillista, clientelar, de vergonzoso llunk’erío, y que ha entrado en descomposición.

El nuevo pacto social que debía terminar con la exclusión e integrar a todos los bolivianos fracasó por el sectarismo y la violencia con la que impusieron sus enunciados en la Asamblea Constituyente y la Nueva Constitución Política del Estado aprobada en medio de protestas y muerte, lejos de unir a los bolivianos ha exacerbado el sentimiento de las diferencias sociales, étnicas y culturales, propiciando un clima de confrontación generalizada. El racismo que es uno de los rasgos que la sociedad boliviana venía trabajando en su erradicación más bien se ha agudizado por la prédica revanchista y de venganza que Evo Morales ha impuesto con el pretexto de reparar los llamados 500 años de sometimiento. Es así que las acciones del régimen actual han configurado una sociedad desintegrada, dividida y confrontada entre hermanos.

Sin embargo, en una cosa tuvieron razón: frente al Estado Plurinacional la oposición no planteó ninguna alternativa de visión de país diferente. Pues bien hoy con la propuesta de construir la Nueva República Federal se llena ese vacío.

2. La Nueva República Federal.

Nueva República Federal resume la propuesta que, a diferencia del Estado Plurinacional y de la vieja República, se enmarca en las necesidades de una Bolivia que debe encarar los desafíos del Siglo XXI. No se trata de retroceder a los moldes de la vieja República oligárquica, ni de la República neoliberal, sino el diseño de una nueva visión de país, un nuevo modelo de Estado, una nueva economía, una nueva sociedad. Se trata de superar los traumas del pasado, con espíritu de reconciliación; saldar nuestras cuentas históricas de exclusión, racismo, pobreza y marginamiento para emprender, en democracia, una renovada senda de unidad, progreso y bienestar.

¿Por qué República? Porque superando la vieja concepción de derecha Vs. izquierda, hoy en día la contradicción se da entre valores democráticos que caracterizan al sistema de gobierno republicano Vs. autoritarismo que caracteriza a la vieja república y al actual Estado Plurinacional. Los autoritarismos dictatoriales totalitaristas de derecha como de izquierda son totalmente opuestos a la democracia republicana que postulamos.

¿Por qué Federal? Porque encarnamos las aspiraciones autonomistas que han sido burladas por el Régimen actual. Es hora de que los bolivianos seamos protagonistas de nuestro propio destino, ya no podemos depender de un caudillo todopoderoso que concentra en su persona todo el poder del Estado. El proyecto federal es un proyecto de democratización del poder. Quien quiera que sea el Presidente de la República debe compartir el poder, respetar a los gobernadores y alcaldes electos, aunque no sean sus partidarios. El Parlamento Nacional tiene que dejar de ser el patio trasero del poder ejecutivo, lo mismo que el poder judicial y el órgano electoral; la independencia y coordinación de poderes son el núcleo de nuestro planteamiento.

Es verdad que las circunstancias del nacimiento de la República de Bolívar en 1825, en medio de fuerzas centrífugas de Lima por una parte y del Virreinato de Buenos Aires por otra, condicionaron a favor del sistema unitario y convirtieron al federalismo en un trauma que con el tiempo desembocó en la teoría de que el federalismo era una línea de pensamiento separatista, contraria a la patria y fomentada por sus enemigos. Sin embargo, el mito se rompió al iniciarse el proceso de descentralización político administrativa y las posteriores luchas autonómicas que desembocaron en el reconocimiento de las autonomías y la elección de prefectos y asambleístas departamentales por voto popular. Hoy podemos plantearnos la construcción de la Nueva República Federal, libres de traumas y en el estricto marco de la unidad nacional.

¿Que se requiere una nueva reforma constitucional? Por supuesto, porque en verdad nace la Segunda República.