La “Evo-lución” de Bolivia


Carbon-fuego-765w Durante casi una década, el Gobierno brasileño se puso como meta cambiar la matriz energética de su principal polo industrial, San Pablo, donde la mayoría de las fábricas consumían energías sucias, entre ellas el carbón mineral. Al principio Petrobras comenzó regalándoles gas, subsidiando las instalaciones, fomentando a toda costa para que los empresarios confíen y se pasen a fuente más ecológica y barata. Años después y en esa misma onda ambientalista, el flamante Gobierno del MAS echó como a perros a los empresarios de la EBX que estaban iniciando un proyecto de industrialización del hierro en el Mutún.

El pretexto para expulsarlos fue que usaban carbón vegetal para hacer funcionar sus hornos de fundición. La gigante brasileña se fue con el rabo entre las piernas e instaló sus equipos a pocos kilómetros de allí, donde siguió con su proyecto y por supuesto, no dejó de comprar carbón vegetal del lado boliviano. Todos saben lo que pasó con la Jindal, la falta de gas y todos los pormenores. Lo curioso es que ahora, el Estado Plurinacional anda con intenciones de comprarle a EBX los hornos que dejó en Puerto Suárez. Y claro, como el gas boliviano lo usan los brasileños y no alcanza para nosotros, la única alternativa sigue siendo el carbón, aunque ahora ya no hay quién se oponga.

Eduardo Bowles