El libreto de la «cumbre» antiterrorista

El palacio de Gobierno ha sido mudo testigo de pasajes muchas veces azarosos de nuestra historia y de variadas confabulaciones políticas. Lo ocurrido el pasado miércoles en la reunión convocada por Evo para hacer un frente común contra el «terrorismo» es una farsa mas en el anecdotario político boliviano.

image La reunión en palacio.A excepción del presidente de la Confederación de Empresarios Privados, Gabriel Dabdoub, el resto de los asistentes representaban al oficialismo y organizaciones afines al gobierno*

Nadie que quiere al país podrá estar de acuerdo con el terrorismo o el separatismo. Este es un aspecto intrínseco a la existencia misma de Bolivia y convocar a un pacto coyuntural  antiterrorista denota un manejo esencialmente político.



En este como otros aspectos de la actividad política es necesario no distraerse e hilar fino. Durante la reunión, los muy bien aleccionados representantes de las “organizaciones sociales” repitieron puntualmente un libreto elaborado bajo pautas muy preocupantes.

Durante sus intervenciones repitieron el criterio de “traición a la patria” lo que denota una amenaza contra adversarios que ya han sido tipificados por el oficialismo. El uso indiscriminado de este concepto contenido en la nueva Constitución Política del Estado, podría ser un instrumento de acción política contra los opositores en este y en los próximos gobiernos y lamentablemente nos encontramos en los umbrales que se confirme este temor.

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El súbito interés del gobierno respecto del tema del terrorismo necesariamente mueve a la suspicacia a la luz de algunos antecedentes. No se debe olvidar que Hitler utilizó el incendio del Reichstag como pretexto para imponer la dictadura más sangrienta que se tenga memoria.

Pero no es necesario remontarnos tanto tiempo atrás. George W.Bush uso como coartada el atentado contra las torres gemelas para invadir Irak y además, para aplicar una serie de disposiciones que afectaron las libertades de los estadounidenses.

Por tanto se debe estar muy advertido contra la posibilidad de que el “terrorismo” y el “separatismo” sean utilizados como pretexto para recortar las libertades democráticas. Las recurrentes propuestas vertidas durante la reunión por los dirigentes afines al MAS para se fortalezcan los aparatos represivos del gobierno no dejan lugar a dudas.

Por los demás se trató de una reunión «preparada» por el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en la que los roles habían sido rigurosamente establecidos previamente. Durante toda la tarde del miércoles los dirigentes de las «organizaciones sociales» fueron bien aleccionados, todos repitieron el libreto atacando duramente a los «cambas separatistas» y algunos en su entusiasmo por quedar bien ante el gobierno, llegaron a pedir la pena de muerte para quienes sean identificados como “traidores a la patria”.

El presidente Evo Morales criticó la ausencia de prefectos opositores y de organizaciones cívicas, pero el mismo se retiró de la reunión luego de repetir las frases hechas y lugares comunes que tanto conocemos. Por lo visto su preocupación respecto al terrorismo y el separatismo no llegó al extremo de que le dedique unas horas mas de su «valioso tiempo» quedándose hasta el final de la reunión.

Hay una cosa que debe ser destacada. El vicepresidente Alvaro García Linera, tuvo el pudor de no aparecerse en la reunión probablemente porque la agenda a tratarse contradecía sus más íntimas convicciones.