Presidenta Laura Chinchilla pierde a su zar antidrogas por fallas de seguridad en caso de polémico avión. La crisis provocó también la renuncia del ministro de Comunicación y hombre clave del Gobierno, Francisco Chacón y de su asistente personal, Irene Pacheco.
Presidenta de Costa Rica viajó en avión vinculado al narco
Escándalo. El servicio de Inteligencia admitió fallas en la seguridad de Chinchilla.
En mensaje televisado, la presidenta anunció este jueves en la noche la renuncia del jefe de seguridad y de su asistente personal. Reuters.
AFP / San José.- La Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS) reconoció fallos en proteger a la presidente Laura Chinchilla, que hizo dos viajes internacionales en un jet ofrecido por un sospechoso de vínculos con narcotraficantes, desatando un gigantesco escándalo político.
“La vida de la Presidenta está bajo nuestra tutela” y “los controles y filtros” de seguridad “no se activaron, fallaron”, reconoció ayer el director de inteligencia Mauricio Baraschi, mientras dirigentes opositores pedían renuncias masivas a sólo meses de las elecciones.
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El avión ofrecido por el colombiano Gabriel Morales Fallón fue utilizado por Chinchilla para viajar en marzo a Caracas a los funerales de Hugo Chávez y nuevamente el último fin de semana para ir a Lima en viaje privado a una boda, lo que dio inicio al escándalo.
La crisis ya provocó la renuncia del ministro de Comunicación y hombre clave del Gobierno, Francisco Chacón, quien fue la persona que contactó en primer término al colombiano Morales Fallón, quien se presentó con una tarjeta falsa a nombre de Gabriel O’Falan.
Chinchilla expresó su “profunda preocupación por la cadena de fallos (…) para que en su grupo de colaboradores más cercanos no se implementaran los filtros y los controles que hubieran permitido alertarla del vínculo del avión utilizado para sus viajes a Venezuela y a Perú, con una persona cuestionada por actividades ilícitas”.
Presidenta Laura Chinchilla pierde a su zar antidrogas por fallas de seguridad en caso de polémico avión. (La Razón).
Mandataria admite grave error al usar ‘jet’ ligado a empresario cuestionado
Afirma que el director de la DIS incumplió en el deber de resguardarla. Destituye a su asistente personal y prohíbe empleo de aeronaves privadas.
La Nación
La presidenta Laura Chinchilla admitió anoche una grave falla en la seguridad nacional y en la suya, por el caso del polémico avión en que viajó a Venezuela y Perú, y le admitió la renuncia al director de la DIS y comisionado nacional antidrogas, Mauricio Boraschi.
La mandataria también anunció la salida de su asistente personal, Irene Pacheco, quien gestionó el uso de la aeronave junto con el ministro de Comunicación, Francisco Chacón, que se vio obligado a renunciar anteayer.
En una cadena de televisión de seis minutos, transmitida a las 9 p. m., Chinchilla sostuvo que la gestión y aceptación del avión “se dieron de manera descuidada, sin mediar los procedimientos y controles necesarios para garantizar la integridad y seguridad”.
“Las omisiones fueron especialmente graves, en lo que respecta a la seguridad nacional y a la protección de la presidenta de la República. Además, se puede comprometer la sólida imagen internacional del país, que siempre ha dado, y seguirá dando, una lucha frontal contra el narcotráfico y la delincuencia organizada”, continuó.
El polémico avión está bajo el control de la empresa petrolera THX Energy, la cual está vinculada al empresario colombiano-costarricense, Gabriel Morales Fallón, cuyo nombre apareció en la computadora de un narcotraficante detenido en Brasil en agosto de 2007.
Sobre Boraschi, de 42 años, Chinchilla argumentó: “Tenía bajo su responsabilidad el resguardo de la integridad física y moral de mi persona, y la obligación de corroborar, anticipar y evaluar las actividades en las que participo y me involucro. Estas tareas, en este caso, no se cumplieron”.
“Fueron colaboradores cercanos y leales quienes bajaron la guardia y esto no puede ser aceptado aquí ni en ninguna parte de nuestra querida nación. Debemos resguardar con más celo nuestra institucionalidad”, dijo.
En sustitución de Boraschi, la mandataria designó a Celso Gamboa, viceministro de Seguridad.
En el caso de Pacheco, de 57 años, la presidenta sostuvo que “hubo imprudencia y fallas de coordinación” en las gestiones que hizo junto a Chacón para obtener el avión que la llevó al funeral del expresidente Hugo Chávez, en Caracas, en marzo, y a una boda y una cita con el mandatario peruano, Ollanta Humala, en Lima.
El exministro de Comunicación alegó que Morales lo engañó con un nombre falso. El foráneo fue investigado por presuntos nexos con el narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía (alias Chupeta).
En el 2011, la propia DIS había alertado a la Fiscalía General sobre la presencia de este empresario.
Lo condena. Chinchilla enfatizó que lamenta y condena los eventos: “Nunca deberemos olvidar esta lección. Es dura, pero nos permite tener más fuerza aún y más convicción para ser mucho más previsores y para redoblar esfuerzos en protección de la integridad de nuestra nación”, dijo.
La cadena de Chinchilla cortó un silencio de más de 24 horas tras la renuncia de Chacón.
Antes de emitir la cadena, la presidenta se reunió una hora con 18 de sus ministros. Los únicos que no fueron vistos al entrar fueron los de Ambiente, René Castro; Mujer, Maureen Clarke; y de Bienestar Social, Fernando Marín.
Acciones. Chinchilla prohibió a todo funcionario público el uso de aeronaves privadas y añadió que ella solo las usó en cuatro ocasiones.
Además, instruyó a Celso Gamboa para que apoye las investigaciones judiciales sobre sospechas de actividades ilícitas, empezando por la reportada desde el 2011.