Alejandro Brown I.*
El ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana deberá responder hoy 25 preguntas ante el Congreso en torno al programa “Bolivia cambia, Evo cumple” y explicar el destino de los 438.7 millones de dólares en los períodos 2006–2011 de este programa.
La interpelación es irrisoria, toda vez que el apoderado de este dinero proveniente de los petrodólares chavistas deberá responder ante sus mismos compañeros del ‘proceso de cambio’.
Por ello, los parlamentarios de la oposición calificaron como un show político esta interpelación en la Asamblea Legislativa Plurinacional, puesto que el financiamiento interno y externo con el que se maneja el programa, además de su gasto, nunca tuvo la fiscalización debida.
La interpelación estará a cargo de la bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS) por lo que solo servirá para que el ministro Quintana dé una “magistral charla” sobre el programa, pero sin entrar en las observaciones de fondo que han sido realizadas por diferentes sectores que han sido perjudicados por las obras inconclusas o ‘a medias’, realizadas bajo este plan financiado por Venezuela.
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El cuestionario que deberá responder Quintana debería tomar en cuenta el marco jurídico, la ejecución y la fiscalización del “Bolivia cambia, Evo cumple”, sin embargo, más allá de unas preguntas sin importancia, el ministro no enfrentará mayores dificultades en la reunión convocada por el presidente nato del Congreso, Álvaro García Linera, aunque es bien sabido la rivalidad que existe entre los ‘números dos’ del régimen evista, puesto que Quintana y Linera pugnan por la Vicepresidencia en las justas del 2014.
Uno de los más fuertes cuestionadores al programa es el líder de UN, Samuel Doria Medina quien observa el gasto discrecional de los $us 438.7 millones provenientes de Venezuela, empero, las obras abandonados donde supuestamente se invirtió la millonada hablan por sí solas.
Para el diputado contestatario, Jorge ‘Mozo’ Flores, esto no va a ser más que una exhibición política que busca evadir los cuestionamientos de fondo que existe en torno al programa gubernamental y por ello no dejaron que sea la oposición la que haga la interpelación. “No nos cabe ninguna duda que Quintana saldrá aplaudido de la Asamblea”, aseguró.
Nada lejos de la realidad. Si realmente el gobierno quería que los bolivianos sepamos la verdad sobre el programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, debió permitir que la oposición se haga cargo de dicho proceso y no permitir que sean los propios masistas los que la realicen.
El ministro no será seriamente cuestionado sobre las observaciones y florecerá una más de las tantas interpelaciones que se han realizado entre masista. En esta interpelación los opositores no tendrán voz ni voto, además se pronostica que Quintana terminará saliendo en hombros y con el respaldo del MAS, pese a que sus obras se están cayendo a pedazos.
Doria Medina denunció que el programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, que maneja directamente el líder de los cocales, a través de su ministro de la Presidencia, tiene "cero transparencia".
En sus casi siete años de existencia, no se ha conocido informe oficial alguno relacionado con la ejecución física, administrativa y financiera del programa. Si tales informes existen, ellos no han sido puestos a disposición de la opinión pública, y tal parece que ni siquiera de los organismos de fiscalización del Estado y aún nadie ha rendido cuentas al pueblo boliviano del uso de tales recursos.
Doria Medina reportó que el gobierno de Venezuela entregó al menos 300 millones de dólares para respaldar el programa "Bolivia cambia, Evo cumple". A lo que la población pregunta: ¿Ha cambiado Bolivia? ¿Qué se ha hecho con este dinero? ¿Evo Morales cumplió?, todo indica que no.
El ministro de Gobierno, Carlos Romero, dijo algo inaudito: que el dinero del programa provenía de un crédito venezolano, que Venezuela cobra inflando el precio del diésel que regularmente le vende al país.
También precisó que la Unidad de Proyectos Especiales dependiente del Ministerio de la Presidencia, respaldado por el decreto supremo 29091 de 4 de abril de 2007, está a cargo del diseño e implementación de proyectos, evaluación, control y fiscalización del programa "Bolivia cambia, Evo cumple".
El decreto supremo 913 de 15 de junio de 2011 dispuso la asignación de recursos del Tesoro General del Estado al programa del presidente Morales. Entonces consultamos: ¿dónde fue a parar esta plata y quién fiscaliza?
Los únicos beneficiados han sido los municipios del trópico de Cochabamba, donde habitan los productores de cocaleros, quienes por ser el brazo represor o las SS (sectores sociales de Evo) se han convertido en los privilegiados del programa. Cochabamba recibió una asignación de más de 113 millones de dólares, 16 millones más que La Paz, el segundo más beneficiado.
Bien lo dijo Doria Medina, que los gastos del "Evo Cumple" se manejan peor que los gastos reservados del pasado, no se rinde cuentas y se cubren con una densa sombra.
Al menos tres megaobras inconclusas y abandonadas dan cuenta de la verdad de este programa. El estadio de la ACF en Santa Cruz frente a Viru Viru es un nido de ratas y reservorio de mosquitos. El presidente Evo Morales se llenó la garganta indicando que esta obra era fruto de su programa estrella, pero pasaron los años y la ilusión se esfumó para el fútbol asociacionista.
Asimismo, el coliseo inconcluso de San Julián y la escuela abandonada en Cobija se suman a esta mentira del programa, que tiene en su haber al menos 20 denuncias sobre irregularidades en las construcciones de este plan gubernamental.
En San Julián, los vecinos se quejan por el abandono del coliseo Guillermo Jordán. El alcalde Faustino Copa confirmó que hace tres años que esa obra está parada, pero que la ejecución no corresponde a la comuna.
En Cobija, en el barrio San Juan hay una escuela que lleva el nombre del presidente, que debió entregarse en 2011 y que tenía un presupuesto de Bs 4,6 millones. Se pagó el 40% de la obra y solo se avanzó un 30% y quedó paralizada. Lo mismo pasó con el estadio cruceño.
Cuando se lanzó este demagógico proyecto se insistió en la transformación del país llevando ayuda a los más necesitados, a las zonas más olvidadas, con propósitos leales, que eran un anhelado sueño de los pobladores. Pero la avaricia, corrupción y politiquería pudo más que el beneficio social y común. Bolivia no cambió… y Evo incumplió, con la ayuda venezolana que fue sonsacada a diestra y siniestra por los ejecutores de este programa. Ahora deberán dar la cara y explicar al país la verdad.
Si bien entre bomberos no se pisarán la manguera, tarde o temprano deberán rendir cuentas ante el pueblo y la Patria.
*Perseguido político