Ante el intento de tomar por la fuerza el Centro Binacional de Atención en Frontera Desaguadero, las autoridades del vecino país se replegaron y no atienden
Juan Carlos Salinas Cortez
Fuente: El Deber
Los conflictos sociales que afectan desde el 7 de noviembre a Perú ya se hacen sentir en el comercio internacional con nuestro país. Desde el Gobierno boliviano se sugirió a los transportistas no ir hacia el Perú ya que los servicios de comercio internacional están suspendidos.
Benjamín Blanco, viceministro de Comercio Exterior e Integración, explicó que, por los conflictos en el Perú, se ha militarizado el Centro Binacional de Atención en Frontera Desaguadero (Ceabaf) ya que algunos pobladores del sur peruano quisieron tomar las instalaciones de la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (Sunat), el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa-Perú) y Migración, por lo que sus funcionarios se replegaron, precisó Blanco.
“No hay atención en este momento, recomendar a los transportistas monitorear la situación antes de emprender viaje por territorio peruano. La situación es completamente ajena a la voluntad del Gobierno de Bolivia, las causas son exclusivamente generadas por factores internos en Perú”, remarcó Blanco.
El responsable del Cebaf, de lado peruano, informó que actualmente cuentan con el apoyo del Ejército para cualquier eventualidad ante las manifestaciones que se vienen realizando a escala nacional y regional.
Dijo que se retomará la atención cuando existan garantías para los funcionarios y trabajadores de la institución y recordó que todas las carreteras de su país se encuentran bloqueadas e intransitables.
Alfredo Borja, presidente de la Cámara Boliviana de Transporte (CBT), lamentó la situación e indicó que se debe buscar alguna solución para esos más de 3.000 camiones que se encuentran varados y que fueron sorprendidos por los conflictos internos en el vecino país.
Borja sostuvo que aún se está analizando el tema para tener una cifra más certera y ver cómo se puede ayudar a los choferes que quedaron a mitad del camino y no pueden avanzar hacia sus centros de descarga y menos retornar a Bolivia.