eju.tv
Baldwin Montero Plaza / La Paz
Es un “duro”, lo que también significa un “pez gordo” del narcotráfico, afirmó anoche el exdirector de Inteligencia de Perú, José Luis Gil Becerra, al referirse al boliviano Loiber Pérez, conocido como Omar o “El Patrón del Altiplano”, capturado la pasada semana en Lima junto a su esposa Laura Salinas Balenzuela, alias la Barbie, de nacionalidad brasileña.
Dijo que ingresa en esta caracterización por el nivel de la estructura que conformó para armar un puente aéreo para el traslado de grandes cantidades de droga con destino a Europa. No obstante, dijo que se diferencia de otros peces gordos procedentes de México y Colombia porque a él le gustaba ostentar su riqueza utilizando una fachada de empresario exitoso.
Pérez fue capturado justamente cuando asistía al restaurante de un hotel de lujo en el que se encontraba alojado junto a su esposa, su hermano y otros miembros de su equipo.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“En el argot del narcotráfico se los conoce como duros, que financian, dirigen y manejan una operación. Son más sofisticados los mexicanos y colombianos, mucho más escondidos. En este caso la buena vida que se daba Omar, verse como empresario exitoso, ser tratado como un gran empresario, es algo que los de los otros países no lo hacen. Parece que a este el dinero lo ha encandilado”, dijo durante una entrevista con red UNO.
Señaló que siempre se supo del comercio de droga hacia Bolivia, pero no que existan organizaciones del nivel que estructuró Pérez, no solamente por la logística para el tráfico de drogas con destino a Europa, sino también el aparto que se monta para cubrir sus operaciones a gran escala.
“Siempre se supo de comercio hacia Bolivia, pero en esta oportunidad ya vemos que hay personajes de Bolivia que toman otros niveles de organización, ya ha crecido, y no solamente en la cantidad de droga que pueden mandar a Europa, es la cantidad de gente que manejan”, afirmó.
De acuerdo a información del Ministerio Público de Perú, se trataba de un clan familiar compuesto por Pérez, su esposa, su hermano Hilarión Pérez Galarza (alias Tito), entre otros de su entorno, que se dedicaban al tráfico ilícito de drogas.
La Policía encontró 250 ladrillos de cocaína con un valor de 12 millones de dólares tras un operativo en un almacén de la localidad de Paita, una propiedad de Pérez. De acuerdo a Gil Bercerra, el precio de esa droga puesto en Europa llega aproximadamente a 60 millones de dólares, lo que muestra el gran tamaño del negocio que conducía el “El Patrón del Altiplano”.