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El náufrago mexicano, que afirma haber estado a la deriva durante 16 meses en el Océano Pacífico, se recuperaba este sábado en un atolón de las Islas Marshall al que llegó tras su larga peripecia.
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Una embarcación de la Armada fue enviada al lugar para recogerlo y llevarlo a la capital Majuro.
Muy demacrado, el hombre que se identificó como José Iván, quien fuera rescatado el jueves en el atolón Ebon de las Marshall, dijo que había zarpado desde México con destino a El Salvador en setiembre de 2012. Desde entonces estuvo a la deriva en el inmenso océano.
«Le hemos brindado alimentos nutritivos de la isla, y está mejorando» aseguró por teléfono a la AFP Ione de Brum, alcaldesa del pequeño atolón coralino ubicado al sur del archipiélago.
«Tiene ambas rodillas lastimadas, por lo que no puede mantenerse en pie por sí mismo, pero aparte de esto se encuentra bien», agregó la regidora del pequeño islote.
El náufrago, con el pelo muy largo y barba espesa, vistiendo sólo unos calzoncillos hechos jirones, fue encontrado por dos habitantes del atolón en una embarcación de fibra de vidrio de 24 pies (unos 7 m) de eslora, cuyos motores carecían de hélices, y se veía muy deteriorada después de haber estado mucho tiempo en altamar.
José Iván dijo que un compañero que zarpó junto a él murió hace varios meses, según señaló Ola Fjestad, un estudiante de antropología noruego, quien se encuentra realizando una investigación en el atolón, y estuvo con él el viernes.
Además, el marino le explicó que sobrevivió comiendo tortugas, pájaros y pescado, y bebiendo la sangre de las primeras cuando no llovía.
No había ningún aparejo de pesca en la embarcación e Iván afirmó que capturó a las tortugas y a los pájaros con las manos. Cuando llegó a Ebon, había una tortuga en su embarcación.
De Brum dijo que ella e Ivan se comunicaban a través de dibujos, puesto que él sólo habla español y ella solamente inglés.
«He podido saber de él a través de las imágenes que dibujó (…) Me dijo que navegaba hacia El Salvador cuando la lancha quedó a la deriva. Ha sido difícil comunicarnos», añadió la responsable, por lo que algunos detalles siguen siendo un misterio. Sin embargo, a pesar de las dificultades para comunicarse con el náufrago, la comunidad del atolón Ebon ha hecho todo lo posible para ayudarlo, llevándole ropas, alimentos y repelente para mosquitos, tratando así de que esté lo más cómodo posible, según De Brum.
Un funcionario de la policía marítima de Majuro, dijo a la AFP que este sábado temprano zarpará una patrullera de la armada hacia Ebon para recogerlo y trasladarlo a la capital de las Marshall.
La embarcación llegaría por la noche y estaría de regreso en Majuro el domingo.
El secretario de Relaciones Exteriores del archipiélago, Gee Leong Bing, dijo que en cuanto Iván llegue a la capital se procederá a verificar sus datos y se comenzarán los contactos con las autoridades mexicanas para comenzar el proceso de repatriación. Prácticamente no hay islas en los más de 12.500 km en el Océano Pacífico al norte del ecuador terrestre, que separan México de las Islas Marshall del sur, en la Micronesia. Y, así como llegó a Ebon, hay más de 1.000 km de mar abierto en los que al azar podría haber desembarcado en Papúa-Nueva Guinea o en las Islas Salomón. Se han registrado en el pasado casos similares de supervivencia.
Así, tres mexicanos salieron a pescar el 9 de agosto de 2005 de un puerto de la costa del Pacífico mexicano y, tras quedarse sin gasolina y averiarse su motor, fueron arrastrados por las corrientes mar adentro. Más de nueve meses después fueron rescatados por un atunero taiwanés frente a las Islas Marshall. Sobrevivieron comiendo pescados y aves marinas crudos y bebiendo el agua de lluvia que almacenaban en el fondo de su bote, apoyándose moralmente en la lectura de La Biblia.
En 1992, otros dos pescadores de Kiribati sobrevivieron 177 días en el mar antes de llegar a Samoa.
AFP
Fuente: El Deber.