Cuando un buen amigo puso en mis manos un folleto de lujo, didáctico y vendedor llamado «Usina de desintegración de residuos para Cochabamba» recuperé la respiración por cuanto creí que mis esfuerzos de los años 90 sobre la basura, al fin cobraban forma y las grandes soluciones al tema de los desechos sólidos urbanos enrumbaban por el sendero adecuado.
En la última visita a la llajta, julio y agosto recientes, seguí con interés la agenda del proyecto llamado USITRAR (eco-energy) que desde Santa Cruz había elaborado «la estrategia metropolina de un complejo de usinas» para el tratamiento de los desechos y existía marcado optimismo en el lanzamiento del paquete de medidas. Hasta que… un balde de agua fría congeló la ilusión. El proyecto había sido rechazado por el Concejo Municipal de Cochabamba.
Es posible que existan buenas razones para el notable cambio de opinión entre los honorables concejales, sin embargo, de la primorosa presentación del documento y su muy atractivo catálogo propagandístico.
Las cifras lo dicen todo. Kanata genera 1.400 toneladas/día de desechos sólidos, aunque no llega al 80% de este total a los vertederos o muladares. La idea es procesar 800 toneladas para generar electricidad y subirla a la red. A diferencia del anteproyecto que puse en manos de la autoridad (mayo de 1995) al parecer se desechó la planta de incineración en un sitio dado, que no eleve el gasto de transporte más allá de lo imprescindible.
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El documento se adentró en cálculos de generación de basura, sus contenidos y costos para estimar finalmente un costo global. Cuando llegué a SC, CB y LP con el cálculo de la planta integrada para producir energía, una planta de tamaño mediano llegaba a 25 millones de dólares, demás está mencionar que, para entonces, ningún Gobierno apostaba por el proyecto.
El parque industrial de Santiváñez resultó ahora el sitio ideal.
En todo caso, el cronista se tomó varios años en acumular información, visitar al menos 4 grandes capitales que emplean plantas de incineración y observar las formas de recolección de RSU, y analizando las observaciones que se formularon al sistema. Creo tener derecho a una explicación racional del trámite actual, en el sincero deseo de optimizar lo avanzado y reponer el pesimismo que al parecer ha cundido en el Honorable Concejo.