Representantes del rubro de la gastronomía, Fedemype y el transporte departamental aseguran que se vieron obligados a cerrar varios de sus emprendimientos ante las bajas ventas.
Naira Menacho
Fuente: Red Uno/Que no me pierda
El encarecimiento de los productos de la canasta familiar, la falta de dólares y la escasez de combustible está haciendo ‘insostenible’ la existencia de emprendimientos pertenecientes a los rubros de la gastronomía, la micro y pequeña empresa y el transporte interdepartamental. Los representantes de cada uno de estos sectores indicaron en QNMP que, muchos se han visto obligados a cerrar sus puertas ante la falta de recursos y la poco demanda de sus productos.
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“El sector de la gastronomía es uno de los más golpeados, no solo por el encarecimiento de la canasta familiar, sino por los insumos que no tenemos. Cuando hubo el mayor desabastecimiento de combustible, nuestras ventas cayeron entre un 50 y un 30%, dependiendo del rubro, pues las personas no querían desplazarse y gastar su gasolina (…) la cabeza de los comensales está en modo supervivencia, no piensas en ir a comer ni distraerte”, sostuvo Tommy Wende, vicepresidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz.
Según la Cámara Gastronómica, este rubro genera casi el 8% entre empleos formales e informales a nivel nacional, además de los trabajos indirectos.
En lo personal, el vicepresidente de la Cámara Gastronómica de Santa Cruz indicó que él al igual que muchos otros se ha visto obligado a cerrar una de sus sucursales ante las bajas ventas.
De igual manera, Félix Huaycho, secretario general de Fedemype Santa Cruz señaló que, tras consultar con todos sus asociados, se pudo constatar que en lo que va del 2025, existen unas 30.000 unidades productivas cerradas.
“Esto ha generado un desempleo de unas 300.000 personas. Las unidades productivas que están aún subsistiendo, no encuentran trabajadores porque se fueron a otros países, como Brasil, Argentina y Paraguay. Los que estamos sobreviviendo no estamos pudiendo pagar nuestras obligaciones bancarias”, explicó Huaycho.
Por su parte, María Eugenia Montaño, gerente de Flota Copacabana, cuestionó que a pesar de que su sector ha mantenido una serie de reuniones con el Gobierno para tratar de solucionar el tema del dólar, diésel y caminos, nunca las autoridades han cumplido con los convenios realizados.
“Nosotros estamos sufriendo, el diésel es como un alimento que no podemos dejar de tomarlo, estamos haciendo colas en camionetas, muestra gente no descansa, no tenemos repuestos nuevos y solo nos alcanza para comprar usados. De todo el parque automotor, solo el 50% está trabajando, de ellos el 30% está funcionando porque el resto tienen que hacer cola y cuando pueden encontrar el diésel y llegan hasta la terminal y no hay pasajeros porque la gente no tiene dinero para trabajar”, lamentó la gerente de Flota Copacabana, quien calificó esta crisis como ‘insostenible’, puesto que el futuro es incierto para este sector.