Romero cuestionó el uso de los recursos públicos en subvenciones que terminan beneficiando indirectamente a actividades ilegales como el contrabando o el narcotráfico.
eju.tv /Video: La Hora Pico
Santa Cruz.- El presidente del Colegio de Economistas de Tarija, Fernando Romero, planteó este martes la necesidad urgente de que Bolivia se encamine hacia una economía más realista y menos dependiente de subsidios estatales, especialmente en productos como el dólar y los combustibles.
“Tenemos que meternos en la cabeza que, en un futuro muy próximo, debemos acostumbrarnos a no tener productos subvencionados. El dólar es un producto subvencionado de cierta manera. No es que se le ponga dinero directamente, pero se mantiene un tipo de cambio artificial en un contexto donde el país ya no tiene los dólares que antes generaba”, afirmó Romero en La Hora Pico de eju.tv que conducen Belén Mendivil, Patricia Gutiérrez, Jorge Robles y Ernesto Justiniano.
Romero enfatizó que mantener este tipo de subvenciones ha generado una economía frágil, con una “inflación reprimida” que empieza a aflorar con fuerza. “Hemos vivido una realidad ficticia durante años. Hoy estamos viendo cómo esa presión, como lava de un volcán, comienza a salir. Es momento de permitir que las fuerzas del mercado trabajen”, advirtió.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Sobre el precio de los carburantes, Romero explicó que mantenerlos artificialmente bajos genera desabastecimiento, baja calidad y altos costos para el Estado. “De nada sirve tener un combustible barato si es de mala calidad y no sabes si mañana va a haber. Lo lógico sería pagar entre 5 a 6 bolivianos por un carburante mejor y disponible. Esto debe ir acompañado de condiciones administrativas, fiscales y una lucha frontal contra la corrupción en la logística y comercialización”, propuso.
Romero también cuestionó el uso de los recursos públicos en subvenciones que terminan beneficiando indirectamente a actividades ilegales como el contrabando o el narcotráfico. “Estamos mal acostumbrados a que el gobierno lo pague todo, pero eso impide invertir en salud, educación e infraestructura. Hay que dejar de destinar fondos a un gasto que no genera retorno y solo alimenta mercados paralelos”, subrayó.
Frente al riesgo de un “gasolinazo” abrupto, el economista fue claro: “No estoy diciendo que el nuevo gobierno suba el precio de golpe. Debe hacerlo de forma técnica, con estudios y de manera gradual. Pero es inevitable asumir que debemos caminar hacia una economía más de mercado, con mayor eficiencia, competitividad y menos dependencia del Estado”.