Los dueños se dedican a prestar el servicio de cabalgatas turísticas en la zona y uno de ellos denunció que encontró las crías en la zona de La Cuchilla. Hasta la fecha han desaparecido al menos 20 animales
[Foto referencial] / Los afectados exigen una investigación.
Vecinos y trabajadores turísticos de la zona de las cabañas del río Piraí, en la capital cruceña, denunciaron el robo de caballos que son utilizados para paseos turísticos, una actividad que representa la principal fuente de ingreso para decenas de familias.
No es la primera vez que se da esta situación puesto que hasta la fecha ya desaparecieron al menos una veintena de animales y en este robo reciente desaparecieron tres yeguas y sus crías, según el reporte de los afectados.
La madrugada de este sábado, uno de los propietarios fue alertado por un mototaxista sobre el robo y tras una intensa búsqueda que duró más de una hora, logró encontrar a un adolescente de aproximadamente 13 años montando el animal en la zona de La Cuchilla.
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El menor los condujo hasta una vivienda donde se hallaron varias crías de yeguas, aunque las madres siguen desaparecidas, según el testimonio de uno de los afectados que hizo la denuncia y conversó con UNITEL.
“Nos han robado dos yeguas blancas, tobianas, y una negra, pero aquí solo están las crías. Las madres no aparecen. Cada caballo cuesta entre Bs 3.000 y 3.500. Esto no es solo un robo, nos están quitando nuestro trabajo”, denunció el afectado.
Los vecinos señalan que el robo de caballos no es un hecho aislado, sino parte de una serie de sustracciones que ya ha dejado más de 20 animales desaparecidos en los últimos meses.
Además, los caballos robados son utilizados exclusivamente para paseos turísticos y no para actividades de carga, recalcaron los propietarios.
“Esto es lo que usamos para trabajar, para mantener a nuestras familias. No es un lujo, es nuestro sustento. Queremos que aparezcan los caballos y que las autoridades investiguen. Ya no se puede vivir así”, expresó otro de los trabajadores afectados.
Según testigos, los robos ocurren durante la madrugada, cuando los animales no están atados y los dueños descansan. Los denunciantes piden mayor presencia policial y controles en la zona.