Este domingo el 19,29% de los electores decidieron anular su voto, con lo que el registro histórico de esta opción electoral subió en 15,8%, porcentaje que se le puede atribuir al expresidente Evo Morales, quien promovió una campaña en favor de esta opción al no haber logrado una alianza política para participar en los comicios.
Con este resultado, Morales demostró además que se mantiene, de lejos, como el principal referente político de las corrientes masistas, conformadas por su partido, Evo Pueblo, Alianza Popular (AP) y el propio Movimiento Al Socialismo (MAS) que fundó en los 90.
De acuerdo al 95,41% de las actas computadas por el Sistema de Resultados Electorales Preliminares (Sirepre) del Tribunal Supremo Electoral (TSE) 1.246.836 personas decidieron anular su voto en las elecciones nacionales 2025, lo que representa el 19,29% del total de votos computados en 32.465 actas.
En las últimas cinco elecciones nacionales, incluyendo la de 2019, que fue anulada, la opción del voto nulo llegó a un promedio de 3,4%. Su mayor pico se registró en las elecciones generales de 2014, cuando el registro fue de 4,02% (208.061 votos).
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En esta elección, Morales y sus seguidores realizaron una campaña por el voto nulo, incluso el mismo día de la votación, con el objetivo de demostrar su peso político y cuestionar la legitimidad del ganador. Anunció una victoria del voto nulo con aproximadamente el 50%.
Su proyección estuvo alejada, pero no obstante el respaldo que logró fue mucho mayor que el que obtuvieron los candidatos de AA, Andrónico Rodríguez, y del MAS; Eduardo Del Castillo. El primero obtuvo 415.611 votos y el segundo 159.769.
Este lunes, mediante publicaciones en sus cuentas en redes sociales, Morales celebró que el voto nulo haya logrado un “resultado histórico”, aunque ello no haya representado una elección.
“Asimismo, el pueblo dio un mensaje inequívoco a quienes se corrompieron en el ejercicio político y traicionaron a los más humildes. Bolivia no quiere privatización ni persecución con una justicia prebendalizada; Bolivia exige recuperación económica, estabilidad, crecimiento y más democracia”, escribió.