Carlos federico Valverde BravoNo se qué año nació… (tarde y sin sentido, para llamar y preguntar) … lo importante es que nació e hizo historia; escribió parte de ella . Nació un 2 de mayo; y fue bueno que haya nacido… porque debe ser uno de los 3 cruceños más importantes en la construcción de la Santa Cruz en la segunda mitad del Siglo XX; cualquier año, cualquier tiempo de esos 42 años tiene algo de él; el Siglo XXI también, pero, evidentemente, menos.Acaso tenga que ver con lo que fue e hizo, el haber nacido un día después de la muerte (muchos años después, por supuesto) de su antepasado más celebre, Andrés Ibañez. Seguramente alguien dirá que son casualidades y no detalles, a lo mejor es así… pero recuerdo que ese nombre: Andrés Ibañez ha estado en mi casa desde siempre, ha sido muy familiar, mucho antes de que a alguien se le ocurra “ponerlo de moda”.. pero, no es de Andrés Ibañez de quien quiero escribir.. sino de mi padre, Carlos Melquiades Valverde Barbery… (Melquiades, por Carlos Melquiades Barbery, casado con Leocadia Ibañez, creo que hija de Andrés Ibañez ) cuyo año de nacimiento, reitero, no lo se… como tampoco recuerdo muy claramente el año que decidió irse de este mundo… un mes de septiembre… de eso si lo recuerdo porque lo primero que dije, tras de ello… fue que… se fue en su mes preferido, por muchas cosas de él…Carlos Valverde Barbery … nuestros primeros años no fueron muy cercanos… nos llevó a Brasil, donde salió exiliado, por allá por los años 60, del pasado siglo, trabajó en una fábrica de “chompas” (no recuerdo si era de él, creo que si… se que una vez se cortó la mano en una de esas tejedoras y que sangraba mucho… yo tendría unos 4 o 5 años. Se que un día no estaba más allá… no recuerdo cómo fue su ida a santa Cruz, recuerdo que vivimos en 2 casas diferentes … un tiempo vivimos en un sótano… recuerdo todo aquello con mucha claridad eso… como recuerdo que en la segunda casa, cuando llegaron mis abuelos a vivir con nosotros, él ya no estaba…… él no estaba, pero estaba su recuerdo… y lo que entendíamos como una aventura (los queridos primos de cariño, los Melgar Cuellar estaban con nosotros, igual que nuestros abuelos, Dora y Crisanto, que llegaron despues, se me antoja que los conocí allá, en Sao Paulo)… mi padre era el guerrillero del Alto Paraguá… y, por supuesto, todos jugábamos a las guerrillas… él era una especie de héroe… el Comandante… era un juego, claro que si… algunas veces vi a Mamitita, mi madre, llorando por ahí, escondida… seguramente eran las malas noticias o, tal vez… sólo desahogo de la tensión… no es ese el tema tampocoEl tema es él… a quien casi nunca nombro… porque? No lo se, supongo que no preciso… pero nombrarlo o no, no es el quid del asunto porque tuve, tuvimos la suerte, todos nosotros, de haber tenido una buena relación con él… no tengo qué reclamar y creo que él tampoco tuvo qué reclamarme… dijimos y dimos todo… siempre… no hay algo que falte en la relación y, lo que es mejor, tampoco en contra… de manera que si no lo nombro, si no hablo de él es porque no sale… simplemente por eso…Valverde … vaya carga y nombre de presentación nos dejó… debe haber sido el año 1965, cuando entré a la Escuela Obispo Santiesteban, el viejo y querido “Seminario” cuando entré a 3ero de primaria y el primer dia de clases la señorita Sara Torrez me presentó al curso … es un compañero nuevo… Carlos Valverde… una cosa así… y me miraron los chicos y listo, no hubo protocolo… porque no correspondía, no les interesaba tampoco hacer aspavientos… pero ahí viene mi primera referencia de él… Egüez, mi compañero de pupitre (eran dobles, de madera de verdad, muy viejos y pesados) me preguntó, abriendo los ojos lo más grande que pudo…- vos sos hijo del guerrillero? … supongo que la pregunta no la aprecié como cada vez que recuerdo el momento… fue la primera vez que vi una cara de admiración- si, – respondí… – sin entender la importancia de la pregunta…En el recreo muchos me miraban… yo era el hijo del guerrillero… a mi no me pareció, en ese momento, nada especial… yo lo sabía, siempre lo supimos… no era novedad, era natural, mi madre nunca nos ocultó los hechos… para mi no era algo excepcional, para la gente, post Gobierno de la Revolución Nacional, que en Santa Cruz dejaba Ñanderoga, Pozo de las Liras, que dejaba Terebinto, era mucho; a nivel nacional Curahuara de Carangas, el campo de concentración del gobierno de la Revolución, estaba en la memoria cercana de la gente; en Santa Cruz no había cómo no se hable de ello…Esto de mi amigo y compañero Egüez (lo perdí de vista en los 80 o 90, siempre tenía una sonrisa en la cara y era un buen tipo, un hombre alegre) lo recordé hace algunos años… seguramente porque ahí ligué en mis recuerdos a ambos, en función a él, a Carlos Valverde Barbery…No lo recordaba, pero creo que ahí comencé a descubrir quién era él, el guerrillero, para los muchachos una especie de héroe; para los otros, desde líder a hombre que se ganó su respeto, con sus fantasías, con cientos de historias y anécdotas, algunas sin explicación y otras muy ciertas… tan ciertas como que él fue el Comandante de una gesta política sin precedentes en el país; el año 1964, en el Alto Paraguá, en el departamento de Santa Cruz; y, muchos años después me enteré que también en Apolo al norte de La Paz, los falangistas llevaron adelante guerrillas que contribuyeron, grandemente a la caída del Gobierno de la Revolución Nacional (seguramente alguien dirá que no debo llamar así al “doble sexenio”, como decían antes los falangistas, pero, la vida me enseñó que esa fue una revolución; por supuesto que con sus sombras y sus violencias, pero, una revolución).Así conocí a Carlos Valverde Barbery… supe quién era gracias a otras personas… me agradaba ver llegar a la gente a mi casa a verlo… a comer, hasta a pasar las navidades; vivimos, vaya paradoja!!! en lo que fue el Comando político de Rubén Julio Castro, líder del MNR, por varios años (tengo una hermosa amistad con esa familia, con quienes nos criamos como hermanos, con Buby y Rubén).Valverde… desde esa llegada a Santa Cruz, a fines del 1964, lo vi hacer cosas; heroicas, valientes, decididas… siempre comandando, siempre enfrentando lo que debía enfrentar… me agradaba contar los afiches de su candidatura a Senador – fue el Senador que más proyectos presentó y a quien se le aprobaron más leyes, durante su gestión como Senador (y fue un destacado Diputado, luego, pero, esa es otra historia ). Recuerdo que para las elecciones del 65 nos mandaron al campo, a La Esperanza; todos los muchachos al campo, las elecciones en ese tiempo eran violentas; las previas, es decir las campañas se hacían a puñetes y patadas o a tiros… eso era así… ni bien ni mal… esos eran los tiempos que corrían y eran pocos los que reculaban… él no…El nunca reculó a lo que debía hacer… escribía sus proyectos, los consultaba; Ingenieros, Médicos, Abogados pasaban por la casa, siempre; los escribía, corregía y aprendía y se los daba a mi madre para que se los escriba a máquina (seguramente no se le había ocurrido tener una secretaria) … era una máquina de trabajar y de investigar… escribía a mano, con una letra de mierda que no le entendía ni siquiera él, pero mi madre si…Carlos Valverde Barbery era un hombre muy culto… le agradaba conversar de historia, la Revolución Francesa lo apasionaba al igual que la Revolución Rusa del 17; o las gestas libertarias sudamericanas; Bolivar, Sucre, San Martín, “los Domingo”, le fascinaba el Colorau Mercado. Andrés Ibáñez y el Federalismo estaban en su cabeza desde siempre… pero en ese tiempo era nacionalista y si bien ya hablaba de Federalismo esta no era su principal lucha. Fue constituyente el 1966, logró que se impongan los artículos 108,109 y 110 en la Constitución del ´67, que se referían a la Descentralización… lo que significa que fue hombre de procesos… pero… no busco hacer una referencia política de él, sino que me dio ganas de escribir de él… y, claro… dejó ejemplo en conducta; siempre dijeron que era loco, irresponsable, valiente, decidido y, todos reconocieron su honestidad y su honradez… ese tal vez, en la casa, fue el rasgo más definidor: mi padre fue un hombre honesto y honrado… reconocido por todos… de manera que supongo que hay harto para escribir de él… supongp que deberé animarme alguna vez.De las pocas veces que pudo llevarnos (a Jorge Arturo y a mi y a mi madre) a algún lado… como al estadio, a ver a Pelé… tengo buenos recuerdos… nos llevaba al campo y allá nos enseñaba a disparar revolver y arma larga (corrían los años sesenta… no había padre que no lo haga).Los días de desfile patrio o departamental, nos llevaba a la Pascana a tomar helados (Banana Split)… gracias a él conocí a la Dra Elfy Albretch, al Dr Melchor y a su familia… conocí a gente importante, al Mariscal Bernardino Bilbao Rioja, héroe del Chaco, a Gonzalo Romero, al Dr Mario Gutiérrez … más tarde, a Victor Paz Estenssoro; por él tuve el privilegio de que más grande, las puertas se abran con menos dificultad; él no tenía enemigos personales, en realidad tuvo uno, pero, esa es otra historia, porque llegaron a tolerarse, aunque se me antoja que se hubieran atrevido a darse un par de sopapos, como se tiraron tiros, a fines de los 50 o 60´s … o cuando por allá, en tiempos de oposición sesentera, se peleaban en la Plaza con los barrientistas (una especie de lumpen movimientista); hay que entenderlo, esa fue la carga de los años 50´s … eso pasó en todos lados, no tenía porqué no pasar en Bolivia.Quise escribir porque si… tengo la suerte, lo repito de que entre él y yo no quedó nada que no se haya dicho, de manera que esta no es una especie de disculpa (además, él no la va a leer) Mi padre… fue un buen padre… a su modo (padre de los años 50, como yo le decía… de la cultura de la post guerra del Chaco; una generacion muy golpeada, vencida, con sus cargas, al final lo aceptó como un hecho sociológico), presente cuando las circunstancias así lo marcaban… y creo que yo fui un buen hijo… a mi modo también… pero buen hijo… una de mis mayores satisfacciones como hijo y en el oficio fue entrevistarlo en mi programa Memoria Activa… y tuve la alegría de acompañarlo en más de una conspiración contra Banzer, Pereda, Padilla… lo vi saltar de un avión en carreteo… porque así era él… estuvimos juntos en la toma del Campo Tita, fuimos presos juntos en tiempos de dictadura (García Meza)… conspiramos con Lucio Añez en más de una oportunidad para derrocar a García Mesa, después de salir de Tita (él estaba clandestino)…. fue bueno ser su hijo… es bueno ser su hijo (no dejo de serlo, aunque tenga 60) … una vez fui a la población de Florida, allá por el Paraguá, y un señor muy viejito me confundió con él… – volvió doctor – me dijo… el hijo del señor me explicó : “lo confundió con su papá”; él era de los que colaboraba con la guerrilla del Paraguá … Lo recordaban… pasaban 30 años y lo recordaban… con el hijo hablamos de ese tiempo.Fue bueno… claro que si… desordenados lo recuerdos? Claro que si, no hice un esquema ni pensé qué debía escribir… sólo lo hice… esa es otra suerte, lo vi escribir a él siempre… y yo escribo siempre, aunque no publique, escribo… creo que aprendí, con él, mucho más de lo que recuerdo y eso está bien… supongo que en algun momento deberé sentarme a escribir sobre él, en serio… no porque se lo deba, sino que es correcto, así cierro el proyecto que teníamos con Jorge Arturo, de hacer algo de eso…Supongo que habrá tiempo de escribir… se que un día como hoy… le hubiera dicho feliz cumpleaños papito… lo hubiera abrazado y besado como hice toda la vida (como hacía él si llegaba) … gracias hijo, hubiera dicho él… y con seguridad me hubiera preguntado algo de política… ese era él… la política primero… no en vano decía: La plata se hizo para hacer política… si sobra, se come… y lo hizo, menos mal que mamitita estaba ahí… pero, esa es otra historia …Feliz cumple… te hubiera dicho… hoy, 2 de mayo, gracias hijo, me hubieras dicho y preguntado… viste lo que hizo? …