Walter Javier Arrazola Mendívil*
El nuevo feudalismo está en China, Cuba, Venezuela y pronto a implementarse en Bolivia, donde sólo unos pocos individuos podrán ser empresarios, los de favor con el régimen, y unos pocos tendrán derecho a la tierra y la propiedad. Es decir, unos serán plenamente libres y otros seguirán siendo esclavos del Estado; este es el nuevo Estado Neofeudalista.
Ese el modelo de la Economía China, con una falsa libertad, que es la que quiere ahora Cuba. Por eso Fidel Castro muy acertadamente ha dicho que “el modelo cubano ya no nos sirve ni a nosotros”. Buscan el modelo Chino. En realidad es un falso cambio de modelo; es un modelo para unos cuantos: los feudales del Estado comunista. Para aquellos que detentaron el poder en el régimen y acumularon privilegios por más de 40 años.
La definición marxista de feudalismo, en Wikipedia, es de “un sistema bajo el cual el status económico y la autoridad estaban asociados con la tenencia de la tierra y en el que el productor directo (que a su vez era poseedor de algún terreno) tenía la obligación, basada en la ley o el derecho consuetudinario, de dedicar cierta parte de su trabajo o de su producción en beneficio de su superior feudal”. Es un complejo de compromisos militares que, junto con la disgregación del poder político, conlleva una privatización de funciones públicas en beneficio de una minoría de libres privilegiados. Concretamente, se lo entiende como un conjunto de relaciones de producción y dependencia entre el campesino y el señor, propietario de la tierra que aquél usufructúa, en un momento de predominio de la agricultura como fuente de riqueza, todo esto coaccionado por con el control militar del rey.
En cuba hace rato que existe la propiedad privada, pero para los extranjeros. Capitales extranjeros manejan y administran los hoteles en Cuba. Igual se venden chalet en las mejores playas (privatización). Para el cubano no hay libertad económica, menos política, sólo lo hay para los extranjeros turistas y para quienes estén el poder con los Castro.
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En China la esclavitud es camuflada por la supuesta libertad económica. Libertad económica para un grupo de personas que están con el régimen o se beneficiaron con el (de los ciudadanos chinos). Para los extranjeros existe libertad económica y un poco de política, seguridad jurídica y económica para las inversiones extranjeras, incluyo mucho más segura que en algunos supuestos países democráticos, en cuanto a sus derechos y sus inversiones. Pero para el chino pobre, este sigue siendo esclavo del Estado Neofeudalista.
En realidad, el comunismo lo que ha replicado es un Neofeudalismo en el Siglo XXI. La estrategia del comunismo continental es volverse capitalista, supuestamente, pero con el autoritarismo para sus conciudadanos. Sin libertad política no hay libertad económica y viceversa.
* Ex diputado nacional