El humedal urbano sufre por la presión humana que daña día a día su ecosistema, pero hay un plan de recuperación, rehabilitación y conservación que será presentado a la Alcaldía municipal
El curichi La Madre es un humedal a orillas del río Piraí que regula la temperatura, amortigua los vientos y es refugio de especies de flora y fauna silvestres en la zona urbana de Santa Cruz de la Sierra, una maravilla ecológica que pocas ciudades en el mundo se dan el lujo de tener. Sin embargo, es agredido a diario por asentamientos ilegales, tala de árboles, caza y pesca de sus animales, quemas y el impacto nocivo de basurales a raíz de debilidades en el control del lugar.
Hace 10 años, la Alcaldía aprobó la ordenanza municipal 044/2007, que declaró y aprobó la consolidación del Área Protegida Municipal del Parque Urbano de Preservación Ecológica Curichi La Madre, para conservar dicho cuerpo natural de agua y su área de influencia, que permita proteger la biodiversidad del lugar. Empero, el emprendimiento no avanzó lo suficiente.
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Plan de recuperaciónAhora surge un proyecto personal de la arquitecta Alexandra Monasterio, docente de la UPSA, para convertir este espacio verde en un atractivo turístico que cuente con puestos de control, sendas ecológicas, observatorios científicos, senderos de investigación, estación biológica, anfiteatro, ciclovías, miradores, estaciones de contemplación y un centro de interpretación con sala de microcine, sala de uso múltiple, aulas interactivas, área administrativa y baños.
El presupuesto de la infraestructura, amigable con el medioambiente, según Monasterio, asciende a Bs 8,1 millones. La arquitecta hará hoy una presentación del tema en la UPSA, en el IX Encuentro Internacional de Investigadores, impulsado por la Red Latinoamericana de Cooperación Universitaria.Posteriormente, la proyectista expondrá su ambicioso plan a la Alcaldía municipal y confía en que el ayuntamiento lo financie para hacerlo realidad.
El diseño del parque contempla el encierro del perímetro y apunta a la educación ambiental y al turismo ecológico recreando caminería y la investigación científica. Se pretende generar un circuito alrededor del parque, contar con accesos diferenciados para el turista, los científicos y los guardaparques, y cerrar el paso a los motorizados.“El ecoturista no puede ingresar a todas partes del parque, porque hay áreas de preservación estricta; solo los guardaparques o los científicos, porque si va mucha gente puede alterar el ecosistema”, manifestó la proyectista.
Presión humanaEl curichi La Madre está siendo ‘asfixiado’ por las unidades vecinales 112 y 113 de la ciudad, donde existen edificios de condominios, el barrio Ambrosio Villarroel y áreas invadidas ilegalmente, cuya expansión bloquea la conectividad hídrica y la migración de animales que cruzan de la banda del río al humedal, por lo que es imperioso recuperar algunos espacios y detener el crecimiento urbano.El estudio identificó las siguientes amenazas: bloqueo de la conectividad hídrica, ingreso de camiones para la extracción de áridos, asentamientos ilegales, extracción de plantas endémicas, proliferación de plantas invasoras, la delincuencia, fragmentación del humedal por rellenos nocivos con cascote y residuos de construcción, microbasurales, tala de árboles y caza y pesca de animales.
“La gente no tiene conciencia, a toda hora y cualquier día de la semana arroja basura, hasta rellena los cuerpos de agua con cascote. Tomemos conciencia los ciudadanos de que este lugar se debe cuidar. Mi reto personal es dar a conocer el curichi, que está considerado entre los 80 humedales urbanos en el mundo. La Alcaldía debe dar un paso adelante, recuperarlo y regalar a la ciudad y al mundo este lugar”, expresó Monasterio.
Fuente: eldeber.com.bo