El Obispo Auxiliar de Santa Cruz, Monseñor Sergio Gualberti, mencionó que el verdadero rey en el reino de Dios no es el que persigue, impone la voluntad o el interés de uno sobre sus súbditos que está rodeado de sus ministros, sino el que sirve a los demás en la búsqueda de la paz social y la hermandad.
"Jesús no hizo nada malo, ese es el secreto verdadero del rey en la que en el hombre no hay nada malo, es la inocencia total, ninguna semilla de odio, rencor, de resentimiento nada que ver con la violencia, el engaño, la corrupción, la trampa o la traición", apuntó.
El obispo cruceño indicó en la homilía de este domingo que en este mundo la palabra del rey es ley pero claramente el reino de Jesús como rey no va por ahí. "En nuestro mundo, en los reinados de los potentados diríamos de este mundo, a menudo el poder es despotismo, opresión, explotación, dependencia, es búsqueda de dominio a como de lugar, se recurre a cualquier medio con tal de imponer la voluntad y la superioridad sobre los demás", agregó.
El prelado explicó que la manera particular de ejercer el poder de parte de Jesús de ser rey es mediante el perdón y el servicio a los demás porque da testimonio de la verdad, lo que es diferente al pensamiento de este mundo pero está en el mundo pero en una lógica distinta. La autoridad del clero pidió a los cristianos construir el reino consistente en justicia, amor, verdad en las relaciones humanas, la verdadera paz para vivir como hermanos en el difícil mundo de hoy donde hay problemas sociales y políticos, donde se ataca y se persigue a los cristianos como ocurre en varias regiones.
"No es un rey sentado en un trono rodeado por sus ministros y servidumbre, sino clavado en la cruz como esclavo abandonado dolorido e insultado", manifestó. En la homilía Gualberti, detalló que en la historia de la humanidad cuando hablamos de rey hablamos de alguien que tiene el poder absoluto y que concentra en si todos los poderes, hoy diríamos el Poder Legislativo, Ejecutivo y el Judicial y todo en una persona.
Finalmente, el Arzobispo se preguntó, dónde está el sueño del Señor, como él quería donde las relaciones se funden en el principio en que todos somos hermanos pero parecería que él no hubiera venido. ANF (Eldeber digital)