Presupuesto de Defensa crece 123% en Bolivia

Incremento. Desde que el presidente Evo Morales tomó el control del Gobierno en 2006, el presupuesto militar creció Bs 808.302.030 (64%). La mayor parte se destina a sueldos y servicios.

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Ruy D’Alencar Delgado, El Deber



Presupuesto de Defensa crece 123% en 10 años

El Gobierno Nacional comienza el año con una asignación de Bs 2.054.668.012 destinados a los gastos de la cartera ministerial de Defensa, lo que significa que en la última década (2001-2011) ha tenido un crecimiento presupuestario del 123%. Esta cartera se lleva, además, la mayor asignación de recursos (26% del total) entre las reparticiones del Poder Ejecutivo, según los informes publicados por el Ministerio de Economía y Finanzas.

A pesar de los descargos que dan las autoridades nacionales para justificar el progresivo aumento de recursos en favor de las FFAA en números y hechos, esta evolución presupuestaria indica que la seguridad y defensa del Estado y del orden establecido es prioridad para el ‘Gobierno de los movimientos sociales’ que tiene asignaciones aún por encima de proyectos de inversión en áreas de desarrollo humano y social. 

Consultado sobre el tema, el ministro del área, Rubén Saavedra Soto, explicó que el incremento de recursos para Defensa se debe al crecimiento vegetativo (natural) de su personal administrativo y a los aumentos salariales dispuestos por el presidente Evo Morales en los últimos cinco años.

Un resumen ejecutivo del POA 2010 de este ministerio, publicado en su portal en Internet, expresa que la pérdida del poder adquisitivo a través de los años es otro factor que influye para determinar la necesidad de aumentos en el presupuesto del área.   

“Los recursos para Defensa sirven para el mantenimiento de aproximadamente 70.000 efectivos militares de todo el país, a quienes se dota de uniformes y de alimentación -a razón de Bs 4,50 diarios por soldado- además de pagar energía eléctrica, agua, teléfono y otros servicios a todas las unidades militares, que sobrepasan de 200”, sostiene Saavedra, de quien se sabe es experto en investigaciones financieras y está a punto de cumplir su primer año al frente de este aparato estatal. 

La explicación oficial, sin embargo, no responde al  trasfondo de las críticas provenientes de la oposición política y de analistas económicos y políticos. El economista Alberto Bonadona cuestionó la distribución del gasto del Ejecutivo para este año porque cree que no se priorizan las áreas que responden a las necesidades básicas de la población, la misma que, al tributar, paga buena parte de esos recursos.

“Educación y salud necesitan infraestructura, algo que se considera inversión. Es una lástima que un país tan pobre como Bolivia le ponga tanto dinero a las causas bélicas y represivas”, apuntó. La figura, a juicio de Bonadona, demuestra una “prioridad presupuestaria que hace pensar que el Gobierno espera utilizar el apoyo de las fuerzas militares y policiales para consolidarse”.

En el Presupuesto General del Estado (PGE) 2011, publicado por el Ministerio de Economía, se puede verificar que el Ministerio de Educación tiene Bs 227.118.658 asignados para este año (3% del total del Ejecutivo). Es decir que tiene nueve veces menos recursos presupuestados que Defensa. Desde 2001 hasta ahora, Educación registró altibajos en sus presupuestos anuales, pero siempre con  partidas caracterizadas por bajos recursos (ver infografía).

Al comparar los fondos de los que hoy dispone Educación respecto a los de hace diez años (Bs  270.283.831), se observa una disminución del 15,9%. Se debe aclarar, sin embargo, que los ministerios de Educación y de Salud y Deportes disponen de recursos adicionales para el pago de maestros y médicos, respectivamente, gastos que no figuran en sus presupuestos, como en el caso de Defensa, pues aparecen como transferencias a las nueve gobernaciones departamentales.

El parlamentario de Convergencia Nacional (CN) Luis Felipe Dorado, tras comparar el presupuesto que se asigna para mantener a las FFAA y el monto que se destina a inversiones en salud, observa que este ministerio dispone para este año un monto tres veces menor al gasto de Defensa (Bs 650.570.539).

Al respecto, el ministro Saavedra replicó que la seguridad del Estado es una tarea permanente y que los gastos del área militar representan una inversión para garantizar soberanía, independencia y desarrollo. En términos económicos, los recursos asignados a los distintos ministerios se dividen en ‘gastos sin proyectos de inversión’ (gastos corrientes) y ‘proyectos de inversión’ (inversión), en donde el ministerio que encabeza Saavedra destina el 0,16% de sus recursos.

Para el experto en armas y consultor militar Samuel Montaño, las FFAA hoy disponen del mayor presupuesto de la historia del país y, sin embargo, no tienen recursos para financiar la renovación de su equipo militar, porque la mayor parte de los recursos se orientan al pago de salarios. “El Gobierno destina la mayor parte del dinero al pago de sueldos porque busca el respaldo de la institución castrense”, aseguró. El 67% de los recursos de este año (Bs 1.376.649.790) se destinará a pagar ‘servicios personales’.

El ministro Saavedra no descartó la versión sobre si se trata de la mayor partida de Defensa de la historia, pero negó que se esté utilizando a los militares para su seguridad, argumentando que la fortaleza del Presidente reside en su votación.

  Datos   

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– Ejecución. El Ministerio de Defensa concluyó el 2010 con el segundo promedio de ejecución presupuestaria más alto del gabinete ejecutivo, habiendo usado el 85% de los Bs 1.900 millones de los que disponía.

– Crecimiento. Entre el 2001 y el 2011, el presupuesto de Defensa creció un 123%, pasando de Bs  917.935.883, durante el mandato presidencial de Jorge Quiroga, a  Bs 2.054.668.012 en la presente gestión de Evo Morales.

– Inversión. El ministerio tiene poco más Bs 3 millones asignados para proyectos de inversión en este año, cifra que equivale al 0,16% de su presupuesto.

– CPE. La Constitución establece que Bolivia es un país pacifista, pero que se reserva el derecho a la defensa. Con ello el Gobierno fundamenta el crecimiento de la partida de Defensa. Sin embargo, la misma Carta Magna señala en su artículo 77 que constituye una función suprema y primera responsabilidad financiera del Estado boliviano.

– Proporción. De acuerdo con un informe de la Red de Seguridad y Defensa de América Latina (Resdal), la partida de Defensa de 2010 representó el 1,77% de su PIB nacional de Bolivia.

Advierten sobre el riesgo de ‘politizar’ las FFAA

El rol protagónico que cobraron las FFAA durante la última década -más aún después de febrero y octubre de 2003 o septiembre de 2008, cuando el Ejército salió a las calles para reprimir protestas civiles en La Paz y en Pando – representa una amenaza latente para la democracia boliviana, coincidieron en señalar los analistas Carlos Cordero y Romano Paz.

   De acuerdo con esta reflexión, la cercanía del Alto Mando Militar con los últimos gobiernos, Sánchez de Lozada, Mesa y Morales, podría convertirse en un factor de incentivo para que los ‘camuflados’ se vean tentados a recuperar el papel político que jugaron en gobiernos militares, entre las décadas de los 60 y 80.

   El hecho de que para la presente gestión las partidas presupuestarias de Defensa (26,1%) y Gobierno (24%), sumadas concentren la mitad de los gastos programados del Ejecutivo, refleja la relevancia que hoy tienen las instituciones del orden para la administración pública nacional. 

   Para el ex comandante de las FFAA y senador de Convergencia Nacional (CN), Marcelo Antezana, el Movimiento Al Socialismo (MAS) y  los militares “gobiernan en sociedad”, y eso, según él, queda claro al revisar la evolución anual del presupuesto de Defensa, que creció un 64,8% desde que asumió el presidente Evo Morales en 2006, porcentaje equivalente a un incremento de más de Bs 800 millones en cinco años de gestión (ver infografía). 

  Los cuestionamientos provienen mayormente de la disparidad de recursos que se destinan a áreas productivas  (Hidrocarburos, Minería y Desarrollo Rural) y de desa-rrollo humano (Salud y Deportes, Educación y Culturas) del Ejecutivo, lo que, a la larga, produce desequilibrios que se traducen en demandas insatisfechas.

   El secretario del Comité de Defensa de la Cámara Baja, el diputado del MAS Lucio Huaycho, descartó la versión de Antezana al indicar que no se debe involucrar a las FFAA al juego político puesto que éste es un tema delicado y que, por el contario, el incremento de recursos para el área se debe a los proyectos de inversión en renovación de equipos militares y construcción de infraestructura. Sin embargo, los objetivos institucionales de las FFAA no sólo corresponden a mantener el orden constitucional. 

El control fronterizo, el resguardo de la soberanía territorial y el apoyo al desarrollo del país son asignaturas pendientes, que el Gobierno admitió en diciembre, al decir que no podía controlar el contrabando de carburantes, un hecho que ocasiona pérdidas económicas al país.

“Defienden a los gobiernos que les pagan”

La cantidad de efectivos de las FFAA no crece tanto como lo hace el presupuesto de Defensa cada año. Lo que aumenta  en cada gestión y a paso firme es su respaldo a los gobiernos de turno. Ahora toca defender el ‘proceso de cambio’.

Esta cartera casi siempre tuvo una de las mayores partidas presupuestarias del Ejecutivo; sin embargo, el ritmo de crecimiento de sus fondos se aceleró a partir de 2006. La única compra significativa que hasta el momento ha tenido el ejército en la gestión de Morales fue la de 98 camiones Iveco traídos desde Argentina en 2009, por un total de $us 70.000.000 de dólares.

Muy pocas veces en Bolivia se destinan los recursos del presupuesto militar a renovación de equipos y actualización de armamento. Cuando hay adquisiciones generalmente se hacen por la vía de créditos que contrae el Estado con los países proveedores y éstos no figuran en la partida del Ministerio de Defensa.

El año 2008 tuvimos convulsiones políticas en Pando, Santa Cruz, Sucre, Tarija y Cochabamba. Entonces el Gobierno se vio en la necesidad de reforzar el control territorial del país y encomendó esa tarea a los órganos de represión del Estado. Pero para eso, antes,  tuvo que contentar al Alto Mando, como lo ha hecho la mayoría de los gobiernos, mejorando sus presupuestos para pagar mejor a quienes ‘cuidan sus espaldas’.

Como ha reconocido el presidente Morales al defender el ‘gasolinazo’ de diciembre, las FFAA no tienen el control de las fronteras y por ende no están cumpliendo con una de sus funciones esenciales, a pesar de los recursos que tienen.