En la inauguración del período legislativo 2012-2013, el vicepresidente de Bolivia y presidente de la Asamblea Legislativa Plurinacional, Álvaro García Linera, destacó la consolidación del Estado Plurinacional pero admitió debilidades: “Hay que rearticular la alianza con liderazgos de los pueblos indígenas y tierras bajas”, “Falta descolonizar el alma de los bolivianos”, dijo.
El Vicepresidente inició su informe ante la Asamblea Legislativa destacando que un día como hoy hace diez años, Evo Morales, entonces diputado, era expulsado del Congreso. “Ese campesino, ese sindicalista, ese agricultor, expulsado del Congreso por una coalición nefasta de partidos neoliberales es hoy el Presidente con mayor votación que el país recuerda”, dijo.
“Para que eso suceda mucho ha cambiado en el país, lo que estaba de cabeza se ha puesto de pie. En cinco años hemos tenido cinco presidentes en un periodo de inestabilidad social política, social; un periodo de polarización de país enfrentado por proyectos diferentes. Hoy, estamos cumpliendo el segundo año del mandato en Estado Plurinacional y el cuarto en el estado colonial. Son seis años con un solo presidente, un país, un proyecto de Estado, sociedad y economía”, aseveró.
Expuso tres hipótesis que habrían posibilitado que “pasemos de un estado de inestabilidad a uno de estabilidad”: La modificación de la base social y arquitectónica del Estado, el cambio de la economía y el cambio del núcleo cultural de la sociedad boliviana.
“La base social del nuevo bloque de poder, clase y nación tiene como núcleo organizador al movimiento obrero indígena campesino que atrae como imán al resto (…) La nueva arquitectura del Estado, ha ido modificándose con toma de decisiones a nivel nacional, departamental y municipal”.
Destacó la ampliación del espectro político: en partidos, agrupaciones y organizaciones sociales de carácter popular “como base”; de las formas de la democracia, en voto representativo y costumbres comunitarias; de la justicia, que admite la originaria campesina. “Es única en el mundo, como la elección de magistrados por voto”.
En materia económica, García Linera defendió la nacionalización, la producción estratégica de hidrocarburos. “Ello nos da autonomía, no tenemos que mendigar al extranjeros. El país vive de lo que produce, trabaja y piensa”, dijo y destacó el rol del Estado “como igualador económico hacía arriba”.
En el tercer aspecto, el cambio del núcleo cultural de la sociedad boliviana, García Linera destacó que el cambio de base social clasista ha permitido “la presencia de lo nacional popular, que es, inicio de la descolonización”. Sin embargo admitió que “falta modificar el alma de los bolivianos. La descolonización no es tema de discurso, ni leyes sino de transformación de la sociedad. No es fácil romper capas tectónicas de 400 años de dominación; hay que hacerlo en la transformación de hábitos, la ampliación democracia real y el ejercicio de la autodeterminación”, dijo.
El Vicepresidente admitió que en el proceso de cambio hay tensiones, “habrán peleas porque hay dos proyectos de país pero vamos a profundizar el proceso de cambio” Reconoció, sin embargo, algunas falencias: “La conducción es indígena pero no cabe duda que hay que rearticular la alianza con liderazgos de los pueblos indígenas y tierras bajas. Hay opositores que se alegran cuando nos pelamos, a ellos la alegría va a durar poco porque el movimiento sabrá encontrar las formas de rearticular a los líderes de bases, siempre hay pelea entre hermanos, el mayor con el menor”.
Finalizó reivindicando el papel del líder en el proceso:"El proceso de cambio es Evo Morales y Evo Morales es el proceso de cambio", dijo y advirtió que se "equivocan" los que creen que el proceso de transformación está separado del jefe de Estado, porque el cambio "se condensa, se concentra en la vida, el pensamiento, liderazgo del presidente Evo Morales".
Fuente: Oxigeno