“Hagan periodismo serio, de investigación”, le espetó a los medios el canciller Choquehuanca, cuando el gobierno aún se empeñaba en negar la violación a la inmunidad diplomática de varios aviones oficiales del Brasil.La salida del ministro intentaba descalificar la información divulgada, alegando una supuesta “falta de seriedad”. Fue el mismo día que su colega, la titular de la cartera de Comunicación, Amanda Dávila, afirmaba sin sonrojarse que la denuncia era “una tomadura de pelo”.Pero lo cierto es que la información del Diário de Poder, publicada en forma primicial en Bolivia por eju! el pasado domingo, se vio confirmada plenamente por un comunicado del Ministerio de Defensa brasileño el día martes, también difundido en el país en forma inicial por nuestro portal. Ahora, ante el derrumbe de la mentira, el discurso del poder intenta todo tipo de líneas comunicacionales, dispersas y contradictorias, para tratar de atenuar el impacto público de la “doble moral” gubernamental, que armó una descomunal pataleta internacional por similares violaciones a la inmunidad a las perpetradas por la administración evista, no en una sino en tres ocasiones.Las excusas, tan impresentables como la descarada mentira de días pasados, van desde la versión conspirativa que ve “manos negras” de la derecha hasta la conocida práctica de buscar “chivos expiatorios” que carguen con los errores y abusos del gobierno.Si tras la represión a los indígenas en Chaparina el Ejecutivo culpó a la Policía Nacional por una supuesta “ruptura en la cadena de mando”, ahora el “chivo expiatorio” elegido es la FELCN, a la que se acusa de “torpeza”.“Periodismo serio, de investigación”, es precisamente lo que se dio en los pasados días.Ahora sólo falta que también haya un gobierno serio, que practique la transparencia…[email protected]