Un estudio de la FAO señala que Bolivia es uno de los tres países más inflacionarios de la región. El dato viene a corroborar la aceleración de la inflación vivida en los últimos años con la aplicación de la “Evonomics”, la auto-aplaudida política económica del régimen neopopulista de Evo Morales.
Jack Weatherford escribió: “El impuesto de la inflación es el más regresivo de todos, porque afecta mayoritariamente a los más pobres. Y bien cabe designar a la inflación simplemente como un impuesto a la pobreza”.
Tenemos, por lo tanto, que el “impuesto a los pobres” está creciendo cada vez más rápido en la Bolivia evista.
Prueba de esto es que la meta inflacionaria prevista para el 2013 por el ministro de economía, Luis Arce Catacora, tuvo que ser revisada, pasando del 4,6% al 8%. Casi el doble.
Pero economistas como Carlos Schlink, Armando Méndez y Gary Rodríguez sostienen que el techo de 8% podría verse rebasado hasta fin de año.
Por su parte, la Fundación Jubileo prevé una inflación alimentaria del 11% hasta la finalización del 2013.
Wilboor Brun, economista del Centro de Estudios Públicos (Populi), señala que la inflación acumulada durante estos últimos cinco años es de 28%.
En resumen, más allá de la retórica gubernamental, lo cierto es que el poder adquisitivo de los bolivianos se va reduciendo de manera sostenida…