CELAC: ¿una OEA sin Estados Unidos?

logo-celac raul “Queremos una OEA sin Estados Unidos”, proclamó años atrás el comandante Hugo Chávez, y tiempo después el extinto tiranuelo concretó el anhelo de sus mentores de La Habana, logrando la conformación de la Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC).

El propósito evidente era, precisamente, sustituir a la Organización de Estados Americanos como principal entidad hemisférica, excluyendo la presencia del “imperio estadounidense” (también a Canadá), en una suerte de revancha histórica por la suspensión de Cuba de la OEA en los años sesenta.

En aquel entonces, las dictaduras de Cuba y Dominicana, de “izquierda” y “derecha” respectivamente, fueron alejadas del sistema interamericano a raíz de las actividades intervencionistas practicadas por sus autócratas: la diseminación por el continente de guerrillas terroristas teledirigidas desde La Habana en el caso de Fidel Castro, y el intento de asesinato del presidente de Venezuela, Rómulo Betancourt, por el sátrapa dominicano Rafael Leónidas Trujillo.



Ahora, completando el operativo iniciado por Chávez, la CELAC tiene su cumbre en la capital cubana, bajo la presidencia pro témpore de Raúl Castro, mientras el régimen de la isla despliega a su policía política para arrestar disidentes y evitar manifestaciones o intentos de contacto con algunos de los mandatarios que arribarán a La Habana.

Es chocante que gobernantes democráticos del continente acepten sin más participar en este evento, organizado por la dictadura familiar y militar más antigua de América Latina.

Algo que contradice el propio documento fundacional de la CELAC, donde se proclamaba “Reafirmar que la preservación de la democracia y de los valores democráticos, la vigencia de las instituciones y el Estado de Derecho, el compromiso con el respeto y la plena vigencia de todos los derechos humanos para todos, son objetivos esenciales de nuestros países”…

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