Investigadores cubanos trabajan en plaguicida orgánico para combatir plagas de la coca

El dirigente de la a Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), Ernesto Cordero, informó que el objetivo es evitar usar químicos y garantizar un producto orgánico para la población.

imageTaques de coca llegan al mercado de la hoja en la zona de Villa Fátima de La Paz. Víctor Gutiérrez.

La Razón Digital / La Paz, Bolivia



Investigadores cubanos trabajan en plaguicidas orgánicos para combatir las plagas que afectan a la producción de coca en los Yungas de La Paz, como parte de la decisión de certificar una producción libre de químicos, informó el dirigente de la a Asociación Departamental de Productores de Coca de La Paz (Adepcoca), Ernesto Cordero.

“Ya no se va a utilizar químicos con los que hoy en día se está fumigando, sino hay hermanos cubanos (que trabajan) en cómo vamos a combatir a esas plagas que están dañando a la coca y  también a otros productos”, explicó en una entrevista con la emisora Panamericana.

La superficie de cultivos de coca en Bolivia para el año 2013 fue cuantificada en 23.000 ha, lo que representa una disminución neta del 9% en relación a la gestión 2012 que fue de 25.300 ha. De ese total, 15.700 están en la región de los Yungas, de acuerdo al informe 2014 de la a Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito ( UNODC).

Cordero informó que, precisamente, en la reunión última con el presidente Evo Morales trataron la puesta en marcha de un plan para la recuperación de suelos y la instalación de un centro de investigación e innovaciones en la región para avanzar en la consolidación de la coca orgánica.

“Había muchas plagas en los Yungas que nos dañaba la coca”, señaló y añadió que los cubanos trabajan en plaguicidas orgánicos para garantizar un producto libre de químicos.

Cordero anunció que el lunes o martes sostendrá una nueva reunión con Morales para tratar aspectos de la futura ley de la Coca. Evitó hablar de posibles números de hectáreas, pero aclaró que en Yungas hay un compromiso para no extender la frontera agrícola del arbusto.