Han pasado ochenta años desde que el filósofo Karl Popper publicara La lógica de la investigación científica, donde demostraba por qué el marxismo debe ser incluido entre las seudociencias. Sin embargo, casi un siglo después el “materialismo histórico” sigue dando pie a la más variada charlatanería.Quizás uno de los casos más claros de esto sea el del vicepresidente y oráculo del “proceso de cambio”, Álvaro García Linera.Entre otros procedimientos, el profeta del marxismo étnico suele abusar de categorías de la física para dar falso fundamento a conjeturas arbitrarias. Por ejemplo, tratando de justificar el hegemonismo anti-pluralista del Movimiento Al Socialismo, García Linera dice que los críticos de esta situación “se mueven en un espacio euclidiano, primitivo”, a diferencia de su “propuesta académica, intelectual y política”, que “lee el espacio político como curvo”.“Ahora hay un campo político unipolar. (…) Un espacio unipolar lo que hace es hundir, curvar el espacio. Las propuestas giran alrededor de él. Este es el centro ahora, pero antes era la izquierda. No tiene contrapeso y todo gira alrededor de él”, afirma el vicepresidente.Albert Einstein se habría jalado los pelos ante esta gruesa manipulación de la teoría de la relatividad como excusa para la tentación monopartidista…[email protected]