Es muy probable que esos sean los factores en cada plato de la balanza en este domingo: de un lado, casi un millón de votantes clonados junto a un número también elevado de fallecidos “habilitados” para sufragar, todo un bolsón de votos virtuales posiblemente en manos de operadores oficialistas, con la complicidad o al menos la indolencia de importantes actores al interior de un Órgano Electoral de baja credibilidad.En el otro plato estará la ciudadanía activa, movilizada por las diversas plataformas surgidas en todo el país y auto-organizada a través de las redes sociales, que tendrá el desafío de implementar un control del voto innovador, utilizando las herramientas proporcionadas por las TIC´s (tecnologías de la información y la comunicación).Entre el fraude y celular, podría titularse igualmente esta columna. Ya que este aparatito en manos de casi todos puede registrar fotográficamente pizarras y actas de conteo, y transmitirlas urbi et orbi por medio de Facebook y Twitter.Casi no cabe duda sobre cuál es la tendencia mayoritaria del electorado, sobre todo teniendo en cuenta sucesos gravitantes de las últimas semanas, que no revelaron pero sí refrescaron la memoria acerca de la verdadera naturaleza del régimen evista, proclive a la violencia política y a la corrupción. Todo radicará en la capacidad para cuidar la transparencia del sufragio…[email protected]