Abogado de Evo presenta denuncia contra Gabriela Zapata, sus abogados y la «tía», por varios delitos

El abogado del presidente Evo Morales, Gastón Velásquez. (ABI)

El abogado del presidente Evo Morales, Gastón Velásquez. (ABI)

Velázquez presenta denuncia en la FELCC contra Gabriela Zapata y sus abogados por varios delitos

    La Paz, 16 may (ABI).- El abogado del presidente Evo Morales, Gastón Velázquez, presentó la tarde del lunes una denuncia en la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) contra Gabriela Zapata y los abogados Eduardo León y William Sánchez, además de Pilar Guzmán, por varios delitos en el caso del supuesto hijo del Primer Mandatario.El jurista explicó que entre esos delitos están la alteración y sustitución de estado civil, trata y tráfico de personas, sustracción de menor, falsedad material y falsedad ideológica, además de uso de instrumento falsificado.»En calidad de ciudadano y abogado he realizado una denuncia ante la FELCC por la comisión de estos supuestos delitos contra estos supuestos autores», informó a los periodistas.Velázquez no descartó que el Ministerio Público, que dijo tiene la obligación de investigar esa denuncia, encuentre otros delitos más contra las personas mencionadas.»El ministerio público cuando existe una denuncia tiene la obligación de investigar por los delitos y contra las personas involucradas en el proceso», argumentó.Esa denuncia se registra a cinco días de que la juez del Juzgado Segundo Público de la Niñez y la Adolescencia de La Paz, Jacqueline Rada, declarará improbada, «por inexistencia física comprobada», la demanda interpuesta para establecer la existencia o no del hijo presunto de Zapata y Morales, susceptible de protección estatal.Esa sentencia dilucidó uno de los más grandes entuertos de la política boliviana de los últimos meses, fundada, según la juez Rada, en una suerte de infundio que intentó cobrar estado con la presentación, durante la sustanciación judicial de la demanda, de fotografías de 4 niños distintos para sentar la convicción, más allá de la opinión pública, de que el niño, cuyos derechos de protección se proclamaron, estaba realmente vivo.