Hoy día no solo hay modelos e impresoras 3D a las que les pasamos los archivos necesario de modelado y ellas mismas se encargan de crear los productos, sino que además existen una serie de sistemas, comúnmente muy parecidos en cuanto a diseño, tamaño y aspecto general a un bolígrafo un poco más grueso y alargado, que permiten probar a los usuarios a crear de forma manual cualquier tipo de objeto. Para esto, lo digo por experiencia, hay que tener talento y sobre todo práctica ya que puede ser verdaderamente complejo realizar cualquier acción, debido a esto no es de extrañar que aparezcan en el mercado este brazo robótico que nos ayude y dirija.
Este brazo robótico en particular ha sido creado por Yeliz Karadayi y no es otra cosa que su proyecto fin de tesis y ha sido concebido como una interfaz háptica y básicamente nos ayuda a no estropear nuestro trabajo en un momento dado. Como detalle, comentarte llegados a este punto que tienes un vídeo justo bajo estas líneas donde entender mucho mejor el funcionamiento de este tipo de interfaz, que el brazo robótico en todo momento lo único que hace es mantener el “bolígrafo” en su posición vertical para así no cansar al usuario. Cierto es que, en caso de que tomemos una dirección que no es la correcta, el mismo se encargará de encarminarnos ya que está dotado de sensores y un software específico que sabe en todo momento dónde se encuentra dentro del espacio 3D.
En cuanto a implementación, comentarte que este brazo robótico no tiene ningún tipo de límite de exclusión por lo que podrás dibujar cualquier tipo de objeto dentro de un área, o de contención, es decir, no existe límite que te impida seguir dibujando fuera de ese área. Por otro lado, se presentan ciertas técnicas de atracción lo que a su vez ayuda al usuario a seguir rutas específicas. Lo verdaderamente bueno de este brazo robótico es que puede ser ajustado en todo momento para ser tan invasivo como el usuario quiera.
Fuente: actualidadgadget.com