Ya son varias las ocasiones en que el ministro de las alfombras mágicas, Arce Catacora, induce a los gobiernos departamentales y municipales a buscarse la vida a costa del bolsillo de los bolivianos.Ésta sería la receta genial del Aladino de la Evonomics para estos tiempos de vacas flacas hidrocarburíferas: que las entidades subnacionales esquilmen a la gente mediante nuevas tasas e impuestos, confisquen actividades privadas y generen competencia desleal mediante empresas públicas privilegiadas.El Premio Libertad de Prensa 2016, Humberto Vacaflor, retrata muy bien la reacción de ciertos burgomaestres ante la tentación gubernamental: “Se tomaron en serio algunos alcaldes el mensaje del gobierno del MAS, cuando se acabaron los recursos del IDH, un mensaje que al parecer ellos entendieron más o menos así: Id y buscad nuevos recursos, esquilmando a los ciudadanos”.“Podéis crear impuestos, crear empresas de cualquier cosa, siempre que sean estatales y sus empleados masistas. Id y propalad la nueva verdad: las arcas que Hormando nos dejó repletas, ahora están vacías. Sed creativos”, añade el analista, y pone como ejemplo lo hecho por el alcalde de La Guardia, empeñado en “expulsar a las pequeñas empresas que explotaban los áridos de los ríos”.Sería buena cosa que los gobernantes subnacionales, sobre todo los de oposición real o supuesta, recuerden que las actividades económicas deben beneficiar a los ciudadanos y no a las burocracias. Que nuevas tasas e impuestos son absolutamente inconvenientes en este contexto y que la creación de empresas públicas o mixtas regionales debe hacerse con mucha cautela, cuidando no destruir o afectar a los emprendimientos particulares del mismo ramo…[email protected]