Alrededor de 160 kilómetros separan al municipio chileno de Huara de Pisiga, en Bolivia. Los compatriotas que se quedaron en el país vecino, tras la determinación del cierre de fronteras por el estado de emergencia sanitaria debido al coronavirus, tomaron la determinación de caminar, por al menos cuatro días, hasta llegar al ingreso del país.
Una de las viajeras del grupo, Mónica Quija, señaló que si bien el ministro de Obras Públicas, Iván Arias, tomó contacto con ellos para analizar alguna solución, los compatriotas no sienten que cuentan con esa posibilidad.
Calculan que les tomará cuatro días de viaje llegar hasta el ingreso del país. Muchos viajan con niños.
Ayer, expresaron que se someterían a todas las medidas de control que sean necesarios, como lo hicieron en el país vecino.
En Chile, la cifra de contagiados se acerca los mil y ya cobró la vida de dos personas. Mientras que en Bolivia, hasta el momento, se reportaron más de 60 casos, de los cuales tres se encuentran en delicado estado de salud.
El miércoles, cuando se cumplía el cuarto día de cuarentena total en Bolivia, se decretó estado de emergencia sanitaria y se endurecieron las restricciones para evitar que el virus se propague.
Mientras que en las redes sociales, varias personas piden que se mantenga la restricción en las fronteras. Antes del cierre, los viajeros llegaban a lugares destinados para su revisión médica, como el caso de la Villa Suramericana en Cochabamba, sin embargo, los vecinos protestaron para evitar su atención en esas instalaciones.
Fuente: lostiempos.com