HAY CUATRO CIUDADANOS RUSOS PRÓFUGOS; DERECHOS HUMANOS PIDE UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN
Los Tiempos
Bolivianos que retornaron de Rusia, ayer.
Las víctimas engañadas por la empresa constructora Cidenbol, que ofreció trabajo en Rusia con sueldos que superaban los 2 mil dólares, sobrepasan las 350, de las cuales 240 llegaron a viajar y el restante se quedó en el país aunque llegó a dar adelantos a la empresa, antes de estallar el escándalo del fraude.
Las cifras corresponden a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Cochabamba, que solicitó al Gobierno crear una comisión que investigue el caso.
La organización detectó que los migrantes pagaron desde marzo pasado entre 5 mil y 7 mil dólares a Cidenbol para emprender viaje a Rusia para trabajar en construcciones de la empresa interestatal Stroymaser, que al final remuneró su mano de obra con salarios ínfimos de 400 dólares, de los cuales la mitad se iba a la comida.
Hasta ahora, Derechos Humanos acumuló 165 testimonios de migrantes, que retornaron de Rusia tras descubrir el engaño. Detrás de cada historia aparecen relatos que dan cuenta de una estancia llena de penurias en Rusia.
Después de un mes de que estalló el escándalo de Cidenbol aún hay cerca de 60 bolivianos en Rusia que no pueden volver por falta de dinero. Mientras, que 21 compatriotas que retornaba se quedaron en Sao Paolo (Brasil), al no poder costear el pasaje hasta Bolivia.
La representante de Derechos Humano, Pamela Ledezma, informó que los 21 migrantes son parte de un segundo grupo que intenta volver con sus propios medios. El lunes arribó el primero de 25 bolivianos, que llegó con ayuda diplomática.
En las denuncias consta que los bolivianos que iban como albañiles a Rusia, contratados por la empresa rusa que prevé construir 350 mil viviendas hasta 2009, debían realizar el peor trabajo. Sólo podían manipular la maquinaria, después de que los obreros rusos concluían su jornada, contó el director de la división de Trata y Tráfico de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Boris Bellido.
La situación para los bolivianos que estaban desempleados en Rusia se complicó, debido a que debían convivir con migrantes de otras nacionalidades como obreros marroquíes, que se caracterizaban por su agresividad y por relegar a los bolivianos en el uso de los utensilios de cocina y los baños.
Fugitivos
Sólo uno de los cinco integrantes que se estima que formaban parte de la red que trasladó a los migrantes a Rusia está detenido. Se trata del propietario de Cidenbol, René Canelas, que está recluido por trata de personas en la cárcel de San Sebastián. Mientras, los cuatro ciudadanos rusos están prófugos y retornaron a su país, según datos de Derechos Humano y la Felcc. Entre los prófugos está Víctor Laping, ciudadano ruso que vivió por años en Bolivia.
Por la cantidad de víctimas y la complejidad del caso Derechos Humanos solicitó la conformación de una comisión de fiscales y policías para agilizar la investigación.