Prebendas y chantajes preceden a sesión de congreso

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Los parlamentarios del MAS recibieron un fuerte tirón de orejas del presidente Evo Morales y del vicepresidente Alvaro García Linera ya que hasta ahora no hicieron lo suficiente para conseguir los 20 votos necesarios para garantizar la aprobación por dos tercios de la ley de convocatoria al referéndum constitucional.

Esta situación ha obligado al partido en función de gobierno a postergar en forma sucesiva la convocatoria a la sesión del Congreso, la que fue finalmente fijada para este sábado.



Y es precisamente esa fecha la que el presidente Morales ha fijado como tope para que los parlamentarios masistas hagan “lo que sea” para garantizar los 20 votos. Por tanto el bloque oficialista ha iniciado intensas gestiones para lograr la adhesión de parlamentarios opositores y se sabe que ya habrían obtenido resultados con tres diputados que responden al ex prefecto paceño, Pepelucho Paredes y que fueron elegidos en las listas de Podemos. También estarían avanzadas las "negociaciones" con algunos senadores y diputados de Podemos y del UN, quienes son frecuentes invitados del gubernamental canal 7.

En esto del control para que las cosas funcionen como quiere el MAS,  una de las encargadas será, cuando no, Maria Martha Gonsalez, esposa del senador Antonio Peredo, quien con su proverbial agresividad cumplirá esta tarea como ya lo hizo en otras ocasiones.

Por lo demás, hasta el momento otras gestiones han resultado infructuosas y el gobierno alista la aplicación del “plan B” que se ejecutaría en caso de que fracase la compra de opositores, sea por la vía del "billetazo" o el chantaje de reactivar juicios a ex autoridades como el ex prefecto Paredes o el ex ministro y empresario Doria Medina, cuyos partidos tienen  representación parlamentaria. En este caso, las huestes masistas  no solo  harán  pasar por la calle de la amargura a los opositores a su ingreso al recinto congresal, sino que su salida del mismo estará en riesgo.

Para ello, a partir de este viernes se apostarán en la plaza Murillo un grupo de alteños, grupo de avanzada,que tiene la instrucción de "filtrar" el paso de los diputados y senadores opositores de acuerdo a una lista que será controlada por el diputado masista Gustavo Torrico.

Al grupo de alteños se unirán los marchistas que vienen desde Caracollo. A pesar de todas las declaraciones efectuadas por funcionarios gubernamentales y las supuestas garantías que han brindado, la consigna es impedir a todo trance el ingreso de los opositores,o al menos amedrentarlos al extremo de que reconsideren su posición.

De igual forma se ha organizado la presencia de una barra oficialista (al mas puro estilo de las barzolas emenerristas) que hostigará en todo momento a los parlamentarios de la oposición para "bloquearles" los discursos en la sesión de Congreso.

En esta  situación, los observadores internacionales y el ojo de los medios de comunicación,cuya labor también esta amenazada por las hordas masistas, es la única garantía con la que cuenta la indefensa oposición parlamentaria.

Como siempre, una cosa es la que dicen los oficialistas del gobierno y otra, muy diferente, la que hacen.