La isla de la fantasía

Winston Estremadoiro

¿Recuerdan la serie televisiva de viajes fantasiosos en una isla de ensueño? Empezaba con el arribo del avión, que anunciaba a grititos y rebato de campana Tatú, enano homónimo de la versión camba del quirquincho. Luego turistas ricachones alborotaban sus adrenalinas y sus feromonas con aventuras de divertida trama. El señorío del anfitrión Ricardo Montalbán, vestido de traje de lino blanco, me recuerda a mi abuelo Nataniel García Chávez de ida a la Plaza por la tardecita.

Contrasta con el dueño eventual del poder en Bolivia, de saco étnico hecho a mano en boutique frufrú y todo, con su enano en Finanzas que hasta hace poco quizá se frotaba las manos y profería chillidos de alegría, cada vez que llegaba el avión venezolano con maletas de petrodólares del padrino Hugo Chávez. ¿O algún iluso cree que el equipaje de Antonini llevando dólares para la campaña de Cristina Kirchner no tuvo su preestreno en nuestro país?



No importa el aspecto personal. Al fin y al cabo, inspirador es el dicho de Deng Xiaoping, poco importa el color del gato sino que cace ratones, que impulsa el desarrollo económico de China, comunista y totalitaria en lo político, pero capitalista y neoliberal en lo económico.

En cambio, en Bolivia se anotará en cuentas por pagar a Evo Morales, que en el pasado inmediato haya desperdiciado la coyuntura que la suerte le deparó al inicio de su gestión. Precios altos de hidrocarburos y minerales; mercado sin aranceles para exportaciones de alimentos, joyas y artesanías del país; fiebre de inversiones en el sector energético, que alentaba ductos hacia el MERCOSUR y Chile. Un ambiente propicio que cambió pa’ pior por un régimen empecinado en una necia copia del modelo populista de un padrino caribeño, al que se le acaba la petrofiesta por la crisis mundial.

Al presente, el parecido de Bolivia con la isla de la fantasía tiene que ver con la boludez rampante en la esfera financiera gobiernista, respecto al arribo del tsunami de la crisis, que desaguará en una depresión económica. Ocupados en cacería de brujas a vocales que ordenaran trasladar a Sucre al Prefecto de Pando –lo que no es pronunciarse sobre si es culpable o no- los efectos perniciosos de la ola no parecen sentirse en la isla de la fantasía.

Fíjense en declaraciones del genio a cargo de las finanzas: la “crisis se está manifestando en algunos países que han llevado políticas ortodoxas neoliberales en América Latina”, aseveró. ¿Acaso no fue el dragón neoliberal el lanceado a partir de 2005 por el San Jorge masista?  “Yo veo algo muy positivo en la economía boliviana, porque los intentos de abrirla al mundo felizmente no han tenido éxito”, manifestó. Más que una ridícula apología de ser un país encerrado de mente e historia, ¿puede ser nuestra miseria motivo de aplauso?

Bolivia exportó 4.600 millones de dólares el 2007 (2.600 millones en gas natural), una pigricia comparados a los 65.000 millones vendidos al mundo por Chile. De los montos exportados a Estados Unidos con el beneficio del ATPDEA, Bolivia aprovecha el 2%; Colombia, Ecuador y Perú constituyen el 98%. A Estados Unidos le vale un bledo el 0.002% que representan los productos bolivianos; pero es estúpido que al gobierno no le importen 25.000 empleos directos que genera el ATPDEA. El tamaño del mercado gringo  equivale a mil dólares cada minuto, sin parar las 24 horas, 365 días al año; lo que vende Bolivia equivale a dos horas de tamaño flujo comercial (proyectaban duplicarlo este año). Si no nos van ni nos vienen, ¿para qué el esfuerzo del Presidente en lograr promesas de mago de feria de Hugo Chávez comprando los productos afectados por el cierre del ATPDEA?

“El ministro aseveró que gracias a la ampliación de un 19% de las fronteras agrícolas, en Bolivia se están produciendo más productos como el arroz, la soya y el trigo, lo que permitirá que se importen menos de estos productos”. Mamada esa, cuando por cortapisas que este gobierno ha puesto a los productores cruceños –control de precios, prohibición de exportar, etc.- es fantasía que haya aumentado la frontera agrícola, salvo para la coca en camino a la cocaína.

Vean la reedición de empresas estatales cojeando bajo el sobrepeso del nepotismo: 4.000 supernumerarios en vez de 800 obreros contratados en Huanuni por COMIBOL. ¿Cuánta paja de incompetentes supernumerarios hay que separar del trigo de técnicos que requiere YPFB? Pronóstico reservado es que harán con los 35.000 cooperativistas mineros sin trabajo.

Get back, get back to where you once belong, (vuelve, vuelve, adonde alguna vez perteneciste) cantan Los Beatles –y los emigrantes. Un cuarto de millón en lo que va de la gestión de Evo Morales, retornarán de países desde donde enviaban remesas que el gobierno gravó con un impuesto asaltante. ¿Se dedicarán también al narcotráfico? Así vaticinó el viceministro cocalero de Defensa Social, carente de argumentos para contrarrestar el efecto negativo de las diatribas que su jefazo lanza en contra de EE.UU.

¡El avión, el avión! ya no será grito del gobierno, ahora que se cierra la canilla de los petrodólares a Hugo Chávez. La última de las sandeces será dar al Presidente manejo discrecional de las reservas de divisas del país: está inserto en la Constitución masista por aprobarse en enero 2009. Sufriremos lo de Irán, donde Ahmadinejad, novísimo aliado de Evo Morales y prometedor de invertir en Bolivia, dilapidó los miles de millones de dólares de años de auge petrolero en importaciones subsidiadas –desde fruta hasta gasolina.

En modestísima escala pasa igual en nuestro país, donde se malgasta en gastos corrientes, en solventar marchas chantajistas, en importar harina argentina o gasolina chilena. Un gobierno arbitrario mete mano a reservas de época de vacas gordas, que dejarán al país inerme en el tiempo de vacas flacas que se viene encima.

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