Los «arrimados» son los favoritos

Están no solo en el gabinete de ministros, sino también en embajadas, empresas estatales, superintendencias y en todo cargo medianamente importante de la administración pública.

Hoy nos ocupamos de un «personaje» que desde las ONGs de su propiedad, se armó una plataforma política empujando a la gente de la conflictiva ciudad de El Alto a varias acciones violentas con demandas diversas.

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Se trata de don Pablo Solón, a quién en horas pasadas, se le quemó el pan en la puerta del horno.

A Pablito no le sale una. Primero quiso ser secretario de la Unasur -una organización que al parecer nació muerta-, y ahora le rechazan el premio consuelo que le quiso dar Evo Morales: ser embajador de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas.

Es que la impostura no es un producto que pueda venderse fácilmente, excepto a algunos masistas fuera de foco. No es que se pueda decir que en la actualidad el servicio exterior de Bolivia sea un modelo para imitar pero de ahí a pretender nombrar a Solón como embajador ante el más importante foro mundial, existe mucho trecho y por suerte el Senado Nacional comprendió esto a cabalidad.

Solón, desde agosto de 2006, viene disfrutando del cargo de “Embajador extraordinario y plenipotenciario para asuntos de comercio exterior e integración”. La sonoridad del nombre del cargo viene muy a tono con su personalidad arribista y petulante. Gusta presentarse como “especialista en temas económicos y relaciones internacionales” y entre sus supuestos lauros menciona también sus doctorados en Literatura y Ciencias Políticas, además de cineasta y activista vinculado con los movimientos sociales.

Sin duda una trayectoria académica que haría de él toda una eminencia. Sin embargo, los que lo conocen y conocen su paso por la universidad a fines de los 70 y a principios del 80 pueden atestiguar que solo venció unas pocas materias en la carrera de Economía y que su campo –en el que mostró realmente insospechadas aptitudes-, fue arrimarse a determinados grupos con el expreso afán de conseguir algunas prebendas.

Es así que atracó en la Organización Socialista de los Trabajadores con la que se incorporó entonces al PS-1, una organización política emergente liderada por el asesinado líder Marcelo Quiroga Santa Cruz.

Ya en esa época se hizo patente su falta de escrúpulos y ocasionó su expulsión ignominiosa del PS-1 se dice por haberse apropiado de recursos partidarios. Recibió luego como herencia de su padre, el pintor Walter Solón, la “Fundación Solón” y se percató que para ganar dinero, en lugar de estudiar o trabajar, era mejor crear ONG´s a diestra y siniestra, utilizando para ello las habilidades histriónicas con las que suele dotar la naturaleza a los impostores.

A Evo Morales fue fácil venderle su «charque» y se hizo su hombre de confianza. Entre sus logros como “embajador extraordinario y varios etcéteras” se cuentan la suspensión por parte de los Estados Unidos de las preferencias arancelarias andinas y la exclusión de Bolivia de las conversaciones de la Unión Europea con la Comunidad Andina de Naciones (CAN).

Varios miles de desocupados tendrán mucho que agradecer a este personaje al que el cargo solo le ha servido para hacer turismo de forma permanente, por América Latina, Europa y también Estados Unidos, no se vaya decir que tiene algún tipo de prejuicios.

Mientras tanto, Pablo se quedará disfrutando de su cargo de siempre a la espera que a Evo se le ocurra alguna otra forma de darle una peguita que le rinda buenos dividendos.