Se ahonda la crisis en la minería

Dirigentes de Porco y Colquiri denunciaron que la filial de la suiza Glencore quiere dejar sin empleo a unos 2.200 trabajadores.

Un tercio de mineros en Sinchi Wayra recibió preavisos o memos de retiro.

Mineros hacen pausa en protesta contra despidos en Sinchi Wayra



En dos de sus minas más importantes, Colquiri y Bolívar, 125 trabajadores están en la cuerda floja

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Control: trabajadores de la mina Porco en la plaza 10 de Noviembre de Potosí, frente a la Prefectura, el día 24

La Prensa

Un peón cobra 1.440 bolivianos por mes, con el descuento su salario caerá a 1.224 bolivianos. En Aroifilla echaron a 50 trabajadores. En las minas Poopó, Totoral y Don Diego se temen 330 despidos.

El 36,4 por ciento de los 3.500 trabajadores de Sinchi Wayra ha recibido hasta el momento cartas de preaviso, invitaciones al retiro voluntario o simplemente fueron despedidos debido a la crisis y caída de precios que afecta a la actividad del subsuelo.

Según los sindicatos de la empresa, al menos 1.277 mineros están en la cuerda floja.

En un reporte de la red ATB, los trabajadores mineros de Oruro pidieron que el control de la empresa minera pase a sus manos para aplicar un plan social administrativo que evite más despidos. El Gobierno dijo hace dos meses que Bolivia estaba “blindada” contra la crisis.

El secretario general de la Federación de Trabajadores Mineros de Bolivia, César Lugo, el miércoles firmó un acta de entendimiento con la Gerencia General de la empresa y la Prefectura de Potosí para iniciar el diálogo el 12 de enero; al menos hasta ese día los retiros quedaron congelados.

El representante del distrito minero de Colquiri Cecilio Gonzales informó que durante la mañana del jueves 25 las cartas de preaviso para echarlos fueron entregadas a 15 trabajadores casa por casa. Sin embargo, éstas fueron devueltas a la Gerencia.

El secretario ejecutivo de los trabajadores de la mina Bolívar, Juan Rocha Zurita, informó que la empresa ha solicitado el retiro voluntario de 110 trabajadores en el marco del plan de emergencia que quiere ejecutar.

La minera tiene 11 operaciones, de las cuales seis y una generadora que tenía 50 trabajadores se encuentran en conflicto y al menos dos paralizaron labores.

La Prensa intentó comunicarse con la Gerencia de Glencore, propietaria de Sinchi Wayra, en La Paz, pero en sus oficinas nadie contestó.

El ministro de Trabajo, Wálter Delgadillo, informó que a la fecha esa cartera de Estado sólo tiene registrados a 1.000 trabajadores en la minería con cartas de preaviso o de despido.

Sinchi Wayra es la segunda empresa minera de Bolivia, después de San Cristóbal, en producción de zinc, estaño, oro y plata. Desde 2005 pertenece a la suiza Glencore, antes fue propiedad de Comsur S.A., del ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada. Tiene operaciones en 11 minas, las más importantes son Bolívar, con 480 mineros, y Colquiri, con 460. Su página web señala que la empresa tiene 3.500 trabajadores. Según datos de la Cámara de Exportadores de La Paz, sus ventas al exterior cayeron en 24 por ciento entre septiembre de 2007 y este año. La crisis financiera mundial que redujo la importación de materias primas golpeó sus mercados de exportación (Japón, Corea del Sur, Chile, Perú).

La crítica situación internacional provocó la caída en el precio internacional del estaño de 11,6 dólares la libra fina (16 de mayo) a menos de cinco dólares en la actualidad. El zinc cayó en más del 50 por ciento (de un dólar a 0,49 dólares el 24 de diciembre). Los dirigentes de Colquiri, Porco y Bolívar advirtieron que todos los mineros se declararon en estado de emergencia porque la empresa inició una política de austeridad imponiendo la vacación colectiva, la reducción de personal, el incremento de la jornada a 12 horas diarias y el descuento en 15 por ciento de los salarios. El ingreso más bajo en la mina Colquiri, de 1.440 bolivianos mensuales, es de un peón, quien con el descuento dejaría de percibir 216 bolivianos. La retribución de un trabajador de mina es de 4.000 bolivianos, con la rebaja sólo cobraría 3.400 bolivianos. La situación en Bolívar es similar: el salario promedio es de 2.000 a 3.000 bolivianos. Si se acepta el pedido, el monto se reducirá en hasta 450 bolivianos. En un informe de radio Pío XII de la Red Erbol, el prefecto de Oruro, Alberto Luis Aguilar, advirtió que no permitirá esas prácticas en contra de los trabajadores porque son injustificadas, además anunció que pedirá un informe a Sinchi Wayra para conocer su situación real.

Delgadillo dijo que el plan de la empresa no es legal a menos que se logre un acuerdo con los trabajadores.

El 11 de diciembre, La Prensa informó de 50 trabajadores despedidos por Sinchi Wayra de su proveedora de energía Aroifilla y el aviso de cierre de la mina Totoral, que tiene 120 mineros.

Ayer se conoció que el 31 de enero serán despedidos 140 trabajadores en la mina Poopó, donde les obligaron a tomar una vacación colectiva. En el ingenio Don Diego no hay actividad desde hace 15 días y 70 trabajadores están sin empleo. Ante la situación, Delgadillo dijo que el Gobierno prepara un plan de empleos de emergencia para el siguiente año que se abarcará infraestructura caminera y el plan de vivienda.

Otros países de la región ya tienen proyectos de reactivación económica. En Argentina se destinarán 32.600 millones de dólares a infraestructura hasta 2011, en Brasil se liberarán 50.000 millones de dólares para garantizar liquidez en la banca, en Perú existe un plan anticrisis de 13,2 millones.

Producción industrial cae en Japón en noviembre

El Gobierno de Japón informó que su producción industrial en las minas y fábricas disminuyó en 8,1 por ciento en noviembre.

El diario de Estados Unidos Wall Street Journal informa que las cifras del país asiático muestran la rapidez con la que el debilitamiento económico está agravando la recesión.

La lectura marca el mayor descenso desde que el Gobierno empezó a publicar cifras comparables, en febrero de 1953.

Además refleja el segundo mes consecutivo de caídas tras el retroceso del 3,1por ciento en octubre. Los economistas consultados por Dow Jones habían proyectado una contracción del 6,7 por ciento.

Las principales empresas exportadoras, como las fabricantes de autos, maquinaria general y piezas electrónicas, redujeron su producción a medida que las exportaciones registraban una caída interanual récord del 26,7 por ciento en noviembre.

El economista de Shinko Research Institute Norio Miyagawa dijo que “las grandes (empresas) manufactureras están siendo forzadas a reducir su producción, lo que significa que es inevitable que las más pequeñas dejen de operar” durante los próximos meses.

Además, el crecimiento de los precios al consumidor experimentó en noviembre su desaceleración más pronunciada desde la primavera de 1981, a medida que los costos de los alimentos y la energía descendían en todo el mundo. Las empresas manufactureras esperan que su producción disminuya un 8 por ciento en diciembre, lo que constituiría la mayor caída desde el descenso del 11,1 por ciento del periodo octubre-diciembre. Para enero, las empresas predicen una contracción del 2,1 por ciento.

Se despilfarró y no se invirtió

Mientras duró el auge de los precios de los minerales, las empresas mineras no lo aprovecharon para crear fondos de estabilización o invertir en exploración de nuevas minas y sólo despilfarraron los ingresos.

Así grafican la situación de la minería boliviana un analista y trabajadores mineros de la empresa Sinchi Wayra.

Los dirigentes Cecilio Gonzales, de la mina Colquiri, y Juan Rocha, de Bolívar, opinaron que la empresa tuvo buenas utilidades en tres años de precios altos y que no es justo que ahora que las cotizaciones cayeron quiera cubrirse las pérdidas con el despido de los trabajadores. “Están queriendo relocalizar como en 1985”.

Por su parte, el ex ministro de Minería Jorge Espinoza dijo que, aunque la caída del precio no estaba prevista, el problema fue que el ciclo de precios altos fue muy corto y ahora las empresas quieren recuperarse explotando las minas al máximo, causando una caída fuerte en la ley de cabeza (pureza del mineral). Además, los recursos que generaron las empresas debieron invertirse en desarrollar la minería mediante la exploración para tener nuevos yacimientos, elevar la ley de los minerales y subir la producción. Sin embargo, dijo que la situación política perjudicó la atracción de capitales.

Apuntes

La crisis de la minería afectó a trabajadores mineros, cooperativistas, ingenios y exportadores.

En el sector de las cooperativas mineras se registró el paso de los mineros a la agricultura.

En Potosí cerraron 11 ingenios hasta diciembre de este año por la crisis de los precios.

Las exportaciones tuvieron sus efectos en el cierre de mercados, como el de Bélgica.

La estatal metalúrgica Vinto también afronta una crisis en la venta del estaño que produce.

 

Sinchi Wayra planea reducir los salarios

Dirigentes de Porco y Colquiri, dependientes de la minera, denunciaron que la filial de la suiza Glencore quiere dejar sin empleo a unos 2.200 trabajadores. El 12 de enero se reunirán con la mediación del Gobierno.

La Razón

Además de entregar cartas de preaviso a todos sus dependientes, la minera Sinchi Wayra anunció una rebaja del 15% en los salarios de los trabajadores, denunciaron dirigentes de los distritos de Porco (Potosí) y Colquiri (La Paz), ambos dependientes de la filial de la suiza Glencore en el país.

César Lugo, secretario general de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y dependiente de la mina Porco, informó que el “regalo de Navidad” de la empresa fue la entrega de las cartas de preaviso para los más de 700 dependientes del distrito, el anuncio de la reducción salarial en 15%, vacación colectiva para todos, sin excepción, y el cambio en el sistema laboral desde el 2009. “Proponen que se trabaje en dos turnos y no en tres como en la actualidad”.

Lugo aseguró que el plan “deja en la calle a los trabajadores” y, en cumplimiento del último ampliado, dijo que se pidió al Gobierno que intervenga para que se dejen sin efecto los anuncios.

El miércoles, en vísperas de la Navidad, 700 trabajadores mineros del distrito de Porco tomaron la Prefectura de Potosí en protesta por las cartas de preaviso entregadas a los trabajadores.

Ayer, César Lugo informó que las movilizaciones quedaron sin efecto hasta el 12 de enero, cuando el sector se reunirá con la empresa. El ministro de Trabajo, Wálter Delgadillo, dijo a La Razón que el Gobierno participará en las negociaciones, a fin de garantizar la estabilidad laboral. “No es posible que a sólo un mes de bajas cotizaciones se tomen estas medidas”. En declaraciones a los medios, indicó que los preavisos no tienen valor alguno.

Sinchi Wayra tiene inversiones en siete distritos mineros en los departamentos de Potosí, Oruro y La Paz. Sus trabajadores dependientes sobrepasan los 2.200.

Cecilio González, secretario de Vivienda de la Federación de Trabajadores Mineros de Colquiri, en declaraciones a radio Erbol, complementó que según la empresa, las medidas anunciadas tienen el objetivo de “reducir los costos de operación y, de esta manera, evitar su cierre”. Precisó que los mineros resolvieron en sus ampliados “que no permitirán que ningún trabajador se quede sin su fuente laboral”.

González recordó que cuando Colquiri fue traspasada de la ex Comsur a Sinchi Wayra, el zinc estaba en $us 0,35 la libra fina y el estaño en $us 2,80. “El 2001 y 2002, con esos precios la empresa tuvo ganancias de hasta $us 5 millones”. Consideró que la empresa “logró fabulosas ganancias cuando los precios del estaño llegaron hasta a $us 12,24 la libra fina”.

APUNTES

Precio • Según la gubernamental ABI, el Ministerio de Minería prevé incorporar el estaño al fondo de estabilización de precios si la cotización cae por debajo de los $us 4.

Empresa • 2.200 mineros dependen de Sinchi Wayra: en Porco son 770; 46 en Don Diego; 450 en Colquiri; 250 en San Lorenzo; 150 en Poopó; 450 en Bolívar y 150 en Totoral.

Mineros hacen pausa en protesta contra despidos en Sinchi Wayra

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Minero de Potosí

LA PATRIA

Los mineros que protestan contra los despidos anunciados por una filial en Bolivia de la empresa suiza Glencore hicieron una pausa en sus movilizaciones, informó hoy el secretario de Minería de la Gobernación de Potosí, Germán Elías.

El funcionario señaló a Efe que la protesta se suspendió tras las gestiones de la Prefectura para iniciar la negociación con la empresa, y aclaró que los despidos planteados en la región son entre 60 y 70, y no 700 como informaron hoy varios medios de comunicación.

No obstante, la empresa Sinchi Wayra, filial de Glencore en Bolivia, hizo notificaciones de despido a obreros de Potosí y del vecino departamento de Oruro, insistieron hoy dirigentes del sector.

Elías explicó que el gobierno departamental de Potosí se va a reunir con la gerencia del ingenio de Porko el próximo día 30, y con la de la mina San Diego el día 12 de enero del año próximo.

El pasado 24 de diciembre, los mineros tomaron la Prefectura de Potosí en protesta por los despidos y por un plan de emergencia propuesto por la empresa que, según los medios, incluye jornadas de 12 horas en 14 días de trabajo al mes.

Los medios informan hoy de que los mineros siguen apostados en la plaza de armas de la ciudad, donde tiene su sede la Prefectura, pero Elías aseguró a Efe que la protesta decayó la noche del 24. Esa misma noche, según Elías, la Prefectura se puso en contacto con los representantes de la empresa y con los trabajadores para “buscar posibles soluciones o alternativas en el conflicto”.

Glencore también está inmersa en un conflicto con el gobierno de Evo Morales por la nacionalización a principios de 2007 de sus acciones en la planta fundidora de Vinto, situada en Oruro.

La empresa se ha visto afectada por la crisis financiera mundial y el desplome de los precios internacionales de los minerales que exporta Bolivia, como el estaño y el zinc, según un informe de la Bolsa Boliviana de Valores citado por el diario La Prensa.

La misma fuente afirma que el valor de las exportaciones de Sinchi Wayra cayeron en un 24 por ciento en 2008, al pasar de 158 millones de dólares a algo más de 120 millones, según datos de la Cámara de Exportadores.