El despertar del nacionalismo (I)

Elio Pedraza Vargas*

El continuo avasallamiento de las tierras del oriente boliviano por el traslado de dirigentes y campesinos del occidente nos muestra que la posición del agitador colla es tomar en su totalidad las tierras agroindustriales, con el único fin de sentarle la mano al K’hara e indígena de pensamiento libre que se opone a la ancestral forma de vida cavernícola de hace 500 años –tal vez ya un poco más- levantada como símbolo de conquista mediática por el mestizo Presidente de Bolivia.

Nuestros dirigentes o líderes, incluso muchos de los cuales son creíbles en sus continuas opiniones o son buscados por los medios de comunicación como voz verdadera o la cuerda que permita encontrar la salida a la mazamorra indigenista, que como vendaval se aproxima a arrasar un pueblo pacífico, continúan adormeciendo el espíritu rebelde del jaguar de los pueblos indígenas del oriente.



Los agoreros de siempre, los de las alturas o las eternas montañas nevadas y los serviles del llano, tal vez una vez más griten cuando se pida, tomar la determinación de hacer un verdadero contrato para aún seguir perteneciendo a un país como Bolivia o NO. Creer que después del 25 de enero, mejorará la situación por haber votado por el no o por el si, es en definitiva lanzar la última lampada de arena a la tumba de la difunta República, que ya fue sepultada por el artículo uno del Proyecto de Constitución Política del Estado masista.

Los SS del masismo y las ONGs europeas en campaña de destrucción.

La utilización de los sectores sociales e inclusive, el conocimiento de muchos agitadores de tácticas militares y guerrilleras, con el apoyo de intelectualoides blancos y mestizos ávidos de poder y llenos de rencor y odio a su clase, hoy se consideran los abanderados de los desnudos o de los excluidos por cientos de años. Y son capaces de sentenciar que el fin del Estado K`hara (1) ya está próximo y sin embargo aún se continua esperando un cambio de timón del Presidente Morales y de sus Ministros indoenegistas, que permita la verdadera emancipación del pueblo oprimido y excluido por más de 500 años, desde la conquista de los españoles, quienes destruyeron la civilización indígena de la morena tierra y hoy la supuesta liberación intelectual de gringos y europeos afincados en las ongs nos liderizan la destrucción de la República.

(1) El fin del Estado K’hara: Eusebio Gironda, impresores EDOBOL 2004 segunda edición. “las acciones directas de las masas, con sus bloqueos, huelgas de hambre, cierre de caminos, válvulas, crucifixiones, bombas humanas, marchas violentas, toma de tierras, recintos públicos, erosionan el poder estatal, bombardean los conceptos de orden y la gobernabilidad tan reclamada por las autoridades oligárquicas”. La nueva política, especialmente en el tercer mundo, ya no está sujeta a los procedimientos institucionales, a la denominada cultura política de la burocracia y los legisladores, o a la concertación de los negociadores estatales. Es bueno recordar que los delegados presidenciales han tenido que concurrir a los centros donde las masas les obligaron a discutir y resolver sus problemas. La violencia ha invadido todas las reclamaciones sociales, y han llegado incluso a los recintos parlamentarios. Pero estas acciones no son causales; están generadas por la toma de conciencia de los sectores populares, los pueblos, debido a las políticas depredadoras del neoliberalismo, que exacerba los conflictos sociales. En Bolivia como en otras latitudes nada se resuelve sin conflicto, por que nunca hubo ni hay sociedad sin conflictos, sobre todo hoy.

Los graffiti en el inicio de una guerra.

En el mundo entero el graffiti ha sido utilizado para expresar una idea, una idea que es capaz de levantar del letargo a los zombis, los cuales solo reaccionan ante un estimulo sangriento. Hoy en nuestras calles los graffiti están utilizados no como la expresión máxima de una idea sublime, sino para demostrar que el poder de los zombis está en nuestra ciudad, los amantes de la noche, de las bayonetas, de la incordia, de la represión, del secuestro, de los encapuchados, de los paramilitares y para policiales, pretenden llevarse las ideas de libertad y progreso con los silenciosos motores de sus Hammer.

Las esquinas o las largas bardas nos muestran cientos de si o de evo cumple y nos quieren hacer creer que es el primer y tal vez único autonomista y que ¿cuando decía que la autonomía era separatismo? Inclusive los satúcos se animaron, con escorias que viven en la ciudad a pintarrajear la plaza principal, simbólicamente el centro de la futura emancipación de un pueblo y tal vez el único subyugado por el consorcio del imperio de las ONGs y los cocaleros (2)

El no mirar los barrios alejados, el no compartir la desgracia ajena sin el lente de una cámara, el no estar impregnado de sudor en los rincones más alejados o el no sentir los miles de mosquitos o las despreciables pulgas, garrapatas, egenes o mariguises nos hace leer los graffiti en los que se dice que los Estatutos son solo para las oligarquías o que el camba es el causante de la desgracia de este país o que quienes tienen nombres o apellidos extraños no pertenecen a estas tierras, ¿pero acaso los de apellido altiplánico pertenecen a la tierra oriental?

Hoy nos toca organizarnos, como pueblo, no como dependientes de una institución, no esperando lo que un dirigente o cacique nos diga lo que tenemos que hacer, veamos los ejemplos claros que nos da la vida. No permitamos que un pueblo de mas de dos millones de activos combatientes vaya a sucumbir con la vaina del sable. (continuará)

(2) ideología y raza en América Latina: Ramiro Reynaga Burgoa: ediciones futuro Bolivia 1972: “el lenguaje es instrumento de comunicación, y la revolución debe en gran medida, inventar su propio lenguaje, sus propias expresiones peyorativas para el enemigo, para sus agentes y cómplices, para los compañeros, para las nuevas tácticas, etc. Pero antes tienen que popularizarse, hablando incluso el lenguaje, la jerga del hampa, ese dialecto de los marginales, que no tienen nombre continental, pero sería, caliche en México, coba en Bolivia, trabado en Colombia o caló en España”.

*Lic. en Comunicación Social.