Evo mantiene constantes reuniones con la cúpula de las FFAA, en una reunión realizada en horas pasadas les instruyó hacer campaña por el Si a la constitución masista.
Los comandantes de las unidades militares asentadas en los distritos donde gane el No a la constitución masista tendrán serios problemas. El presidente Evo Morales y el vicepresidente Alvaro García Linera, durante la reunión que sostuvieron el lunes con un grupo de oficiales del Ejército no se fueron por las ramas y les instruyeron de manera abierta que hagan campaña por el Si no solo entre los soldados a su mando sino también entre la población que viva en zonas aledañas a sus unidades.
Ambos afirmaron que no habían acudido a la reunión para darles instrucciones pero a continuación les “recordaron su deber patriótico” de impulsar lo que llamaron una “victoria aplastante” del Si en el referéndum del 25 de enero. Caso contrario, dejaron entrever que las aspiraciones profesionales de los oficiales podrían confrontar algunos obstáculos.
Hicieron una larga recapitulación de lo que consideran beneficios que daría la constitución masista a las Fuerzas Armadas en caso de ser aprobada pero se olvidaron mencionar que, por ejemplo, la orden general de ascensos y destinos tiene que contar con el visto bueno de la embajada de Venezuela.
Naturalmente todos aquellos oficiales desafectos, que no hayan mostrado mucho entusiasmo por lo que denominan el “proceso de cambio” o que sencillamente se consideren estrictamente profesionales, verán postergadas de forma permanente sus aspiraciones.
No mencionaron tampoco que dentro de la institución armada funciona un servicio de Inteligencia que se encarga de hacer el seguimiento a sus propios camaradas y delatarlos en caso de que hubieran tenido la osadía de verter algún comentario contrario al gobierno.
Un pequeño grupo de oficiales, aquellos que se nutren de las prebendas y que tienen expectativas de alcanzar lo que no conseguirían nunca por méritos propios recibieron con entusiasmo la instrucción presidencial pero una gran mayoría, aunque es cierto en voz baja, criticaron que el MAS pretenda convertir a las FF.AA en su apéndice armado.
Vino a la memoria la época en que el MNR formó células militares pero también se recordó que fueron estas las que concluyeron haciéndose del poder desplazando a sus gestores.
Una constante en el populismo es que cuando ven disminuir el apoyo popular acudan prestamente a pedir el auxilio de las Fuerzas Armadas pero está comprobado el peligro que ello implica por cuanto estas no se resignan a ser de manera permanente el sostén de gobiernos corruptos y se les ocurre que pueden ejercer el poder por “derecho” propio.
Esta claro que el MAS con toda esta práctica prebendalista está generando las condiciones sin percatarse que llegado el momento los militares les pasarán la factura.