¿La versión femenina de Santos?

Ahora es ministra y deja atrás una estela de sospechas sobre negociados millonarios en la empresa de caminos, de la cual fue su presidenta.imageEl lunes, Patricia Ballivián asumió como ministra de Desarrollo Productivo (Foto ABI) Mas vale un repliegue oportuno que una fuga vergonzosa, se dice muy acertadamente en medios militares y Juan Ramón Quintana que sabe bastante de eso aplica a cabalidad este aforismo castrense. Resulta que la designación de su “protegida” Patricia Ballivian como Ministra de Desarrollo Productivo resulta, nada más y nada menos, que sacarla de un caldero que estallará en cualquier momento. Patricia Ballivian ha mostrado una extraña longevidad en puestos claves de la Administración Boliviana de Carreteras y ha sido uno de los pocos casos en los que el MAS mantuvo a funcionarios de la pasada gestión y por el contrario la ascendió al puesto de presidenta de la entidad.Ingresó al entonces Servicio Nacional de Caminos (SNC) cuando José María Bakovic dirigía la entidad, como parte de un grupo de jóvenes y guapas muchachas formado por Marleny Téllez y María Elena Dips, de las que se puede decir que hicieron una carrera muy rápida y se colocaron en puestos de dirección casi de inmediato. Baste decir que Patricia Ballivian, a los dos años de egresada de la carrera de administración de empresas, ya ejercía el cargo de Gerente de Administración del SNC.Pero eso no es todo. En una actitud que no le es característica, luego de asumir el mando, Evo Morales, decide ascenderla al puesto de presidenta, después de destituir a José María Bakovic en medio de sonadas de corrupción. Ballivian no tuvo el menor reparo en lanzarse rabiosamente y morder la mano de la persona que aseguró su ingreso a la institución. Después se supo que Paty había estado pasando información al MAS en la etapa de campaña electoral (2005) por lo que fue generosamente compensada cuando Evo llegó a la Presidencia.Hay muchos oficialistas que dicen que detrás de este ascenso está la mano del vicepresidente Alvaro García y del ministro Quintana. Sin duda, hay que reconocer que la Ballivian ha demostrado desde temprano un indiscutible talento para hacerse de padrinos influyentes y en este caso cuenta con dos pesos pesados que están permanentemente calentando la oreja de Evo.Baste decir que durante su gestión al frente de la ABC disfrutó de un amplio poder y de un discrecional margen de maniobra para negociar las concesiones para la construcción de carreteras que involucran cientos de millones de dólares.Pero al parecer el rastro de la Ballivian se iba haciendo cada vez más visible y las denuncias de corrupción se hacen cada vez más frecuentes al punto que se prevé que en cualquier momento se desate un escándalo de proporciones similares o mayores al de YPFB y Santos Ramírez.Una revisión a vuelo de pájaro muestra que durante su gestión se cometieron muchas, demasiadas irregularidades al amparo de una carta blanca que le concedió el gobierno y que involucran a la empresa constructora brasileña OAS.Ballivián tenia la atribución de efectuar contrataciones directas para la construcción de carreteras y la favorecida fue invariablemente la OAS , la cual, se asegura, efectuó un generoso aporte para la campaña de Evo Morales en las elecciones generales de diciembre de 2005.La construcción de la carretera Potosí-Uyuni fue adjudicada a la OAS por un costo total de 139 millones de dólares, el cual era a todas luces excesivo, por lo que después de un escándalo que llegó a las más altas esferas del gobierno, se acordó un precio final de 84 millones de dólares. Las razones de esta diferencia nunca fueron explicadas adecuadamente y el entonces viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, Alfredo Rada, solo atinó a decir que se había tratado de un “error colectivo del gobierno”.En el caso de la carretera Villa Tunari-San Ignacio se ha denunciado la existencia de un sobreprecio de 170 millones de dólares, ya que el costo por kilómetro sería de 1.35 millones de dólares por kilómetro, el cual fue calificado como “exorbitante” por la Sociedad Ingenieros Eméritos de Cochabamba.El asunto no se queda ahí, recientemente se denunció que dicha carretera no contemplaría el asfalto rígido previsto inicialmente sino un simple “tratamiento superficial” y que, además, no incluye el mantenimiento. El chiste entonces tendría un costo total de 415 millones de dólares, lo que convertiría a la carretera Villa Tunari- San Ignacio en la más cara de la región.Si bien la lista es bastante más larga, ahí va la cereza de la torta. La anterior semana fue destituido Josué Salvatierra, director de Vías Bolivia, empresa dependiente de la ABC encargada del cobro de peajes. El motivo fue la clonación de boletas de peaje, Pero resulta que esta irregularidad se dio principalmente en el retén de Cotoca, en el cual Juan Ramón Quintana ha colocado, directamente,  a su personal de confianza. En ese puesto se habría estado produciendo una pérdida de 15 mil bolivianos diarios. Salvatierra denunció que su destitución se debió a la intención de tapar este negociado.Se trata, en suma, de una danza de millones que seguramente eclipsará al escándalo de YPFB, por lo que Ballivian y su equipo decidieron ponerse a buen recaudo pero jamás soltar la mamadera y es posible que la suerte le acompañe porque el gobierno esta decidido a impedir por todos los medios que se destape otro escándalo de corrupción en un año electoral.