Termómetro político

termometro politico El gobierno seguirá intentando maniobras para resucitar el tema terrorismo. Hará esfuerzos, quizás desesperados y por eso, peligrosos y bárbaros. También empezará a buscar nuevos temas polémicos.

El Nuevo Día

La temperatura política

En una escala del 1 al 10, donde 1 significa mucha estabilidad política y 10 una alta inestabilidad, ¿cómo calificaría la situación actual en Bolivia?



Las cosas están en un 6. Vuelve cierta tranquilidad, porque el terrorismo, que era el lío más grande que impulsaba el gobierno, tiende a diluirse. Pero no hay que preocuparse, el gobierno ya encontrará otro lío para seguir adelante.  

La semana que pasó

Tema Rózsa. Durante la semana pasada, la investigación del caso Rózsa comenzó a retroceder. La cosa ya venía a tropezones y un poco estancada desde hacía varios días, pero esta semana -seamos claros- la investigación y la credibilidad de la investigación, retrocedieron a pasos agigantados. El caso y su resolución están en crisis.

El tema de fondo es que no hay pruebas. No hay nada sólido. En general, todo son especulaciones de políticos contra otros políticos. La cosa marcha así: el fiscal contradiciéndose con la comisión de los diputados; el testigo del gobierno diciendo cosas que la prensa -luego- muestra que son mentiras; los miembros de la comisión parlamentaria contradiciéndose entre ellos; los jueces peleándose la jurisdicción; el gobierno apurado en usar el caso para el despegue de su campaña y para meter presos a sus rivales políticos. Y lo más grave: tres personas (que seguro, eran unos tipos  bastante despistados y poco serios) posiblemente han sido ejecutadas, con el agravante de que en torno a la tal ejecución aparecen nombres de altos cargos del gobierno, aparecen militares venezolanos… y por supuesto, nadie en Bolivia es capaz de abrir una investigación al respecto.

Nada está claro. Pero hasta aquí lo que parece más o menos visible es lo siguiente: unos imbéciles quisieron jugar a guerreritos y vinieron unos criminales y los ejecutaron por razones políticas. Y frente a esta posibilidad, ¿en qué anda la investigación? Estancada y es más, en retroceso. En eso anda. Hay que comprender al Ministerio Público: realmente debe ser muy difícil hacer justicia y dar gusto al poder a la vez.

Las encuestas muestran que el tema terrorismo se ha consolidado -como todos los temas de la polarización política-: al gobierno y sus hipótesis les apoyan en el altiplano, y a los autonomistas y sus hipótesis, les apoyan en la media luna. No se sabe quién  miente, pero ambos bandos, son creíbles en sus respectivos pueblos.

Lo maravilloso de todo esto es que, ante el estancamiento mediático y judicial de la investigación, es muy probable que algún aventurero del gobierno esté próximo a “huir hacia delante”; es decir, a sacar el caso de su estancamiento y de su crisis actual, ordenando alguna barrabasada en Santa Cruz: arresten, arrasen, aplasten.

Candidaturas. La semana que pasó, varias candidaturas y precandidaturas presidenciales, hicieron prensa. La oposición política comienza a presentarse. Será interesante ver si, aparte del objetivo “hacer frente a Evo”, alguien dice algo con más contenido y garra electoral. Porque sería bastante decepcionante para los electores, que la propuesta más inteligente de la oposición fuera “organizarse para pelear mejor con Evo”. Lo normal para ganar votos, es ilusionar con algo que mejore la vida de la gente. No aburrir al electorado, convocándolo a una lucha eterna que nadie entiende del todo.  

El fiasco de la semana en materia de precandidatos, sin duda, fue el del Conalde “convocando” a los presidenciables. Todos, hasta los políticos menos iniciados, saben que ese tipo de reuniones en sus primeras fases, deben ser reservadas y no públicas. Se hacen públicas cuando hay algún acuerdo o algo positivo y claro para informar a la gente. No se entiende cómo Cossío, que es un hombre con habilidad y experiencia política, deja que sus amigos del Conalde hagan este tipo de papelones.   

Padrón electoral. El gobierno impulsa la elaboración de dos normas electorales contradictorias. Una, la ley para hacer elecciones limpias mediante el padrón biométrico y otra, el decreto para hacer elecciones sean como sea. Lo que está claro es esto: la Corte Nacional Electoral intenta hacer su trabajo: realizar elecciones limpias y con el padrón biométrico. Y el gobierno, también, intenta hacer el suyo: hacer elecciones, limpias o sucias, pero sobre todo, quedarse en el poder. A ver quién lo hace mejor.

La semana que hoy comienza

El gobierno seguirá intentando maniobras para resucitar el tema terrorismo. Hará esfuerzos. Quizá, esfuerzos desesperados y por eso, peligrosos y bárbaros. El gobierno empezará a buscar nuevos temas polémicos (el MAS -y quizá los autonomistas también- viven estratégicamente, gracias a la polémica y la confrontación). Los temas electorales irán ganando espacio.