Militares bolivianos son entrenados para el «ejército bolivariano»

“Salir del fuego para caer en las brasas”. Y esto esta ocurriendo en Bolivia porque a pesar de sus recurrentes llamados a dignificar el país y a romper la dependencia del «imperio» norteamericano, Evo nos está llevando hacia la tutela de Venezuela y según se ve, con mayores niveles de obsecuencia de los que su partido achaca a los gobiernos del pasado.

image El presidente Hugo Chávez en su visita a La Paz con motivo del bicentenario de la gesta libertaria del 16 de julio de 1809. A su lado un militar de su ejercito bolivariano.

No otra cosa significa el anuncio sobre la inminente formación de un “ejército bolivariano”, bajo la comandancia, claro está, del patético presidente venezolano Hugo Chávez, a quien se le ocurrió usar al Libertador de cinco naciones como coartada para justificar sus afanes mesiánicos y satisfacer su enfermiza egolatría.



El anuncio de Evo Morales, como es natural, ha causado preocupación dentro de las Fuerzas Armadas aunque también existen criterios en sentido de que debe ser considerado como otro exabrupto, de esos a los que nos tiene ya acostumbrados el presidente del Estado Plurinacional.

Sin embargo, existen razones que nos permiten suponer que no se trata de otro exceso verbal de Morales, por cuanto ha ratificado que esta inquietante aspiración se concretaría en ocasión de la reunión cumbre del ALBA que se efectuará en septiembre próximo en Cochabamba.

Además, es cada vez mayor la presencia militar venezolana en Bolivia. Y no se trata de militares que estén cumpliendo labores como la construcción de defensivos en Trinidad, sino que también están oficiando de catedráticos en el Colegio Militar, en la Escuela de Armas, la Escuela de Estado Mayor y la Escuela de Guerra Naval.

Los militares venezolanos están formando a los oficiales bolivianos en el “ideal bolivariano” que no significa otra cosa que ponerse al servicio de las aspiraciones bonapartistas de Hugo Chávez. Esta es la “nueva doctrina” a la que se refiere sin empacho alguno nuestro presidente.

Sin embargo los oficiales bolivianos no ven con buenos ojos que se salga de una dependencia, la estadounidense, para caer en otra mas secante y totalmente impredecible como la venezolana y ya se han realizado representaciones ante esta situación, las cuales están siendo tapadas por un Alto Mando cuyos miembros no le hacen mucho honor al uniforme. Al parecer la jerarquía castrense esta sacrificando a la institución a cambio de bonos y prebendas personales.

Naturalmente mueve a la preocupación que Chávez, dada su conocida intemperancia, pueda involucrar a Bolivia, que es  su conejillo de pruebas, en una de esas aventuras que dan vueltas por su afiebrada mente. No se debe olvidar que propuso una invasión a Honduras para reponer a Manuel Zelaya, otro de sus protegidos.

Menos mal que algo de cordura persiste en la región y el presidente Lugo se ha apresurado a marcar distancias al indicar que las Fuerzas Armadas de Paraguay no serán parte de ningún “ejército bolivariano” y seguramente otros mandatarios tomaran con cautela la pretensión chavista. Lamentablemente los bolivianos debemos prepararnos para lo contrario, porque para el presidente Morales no es traición a la patria entregar a las FFAA y al país a las manos de Chávez, es más, se enorgullece de hacerlo.