Alan García será gordo, pero sabe más de fútbol que Evo Morales. Una a una le está devolviendo las gambetas a su colega, quien ha perdido la iniciativa en el ataque al rival peruano. Le dice “chabacano” cada vez que puede, pero de ahí no pasa, mientras que García acaba de dejar en posición adelantada al jefazo. El fin de semana, dijo en una entrevista, que Chile y Bolivia ya tienen sellado un pacto bajo la mesa sobre el tema marítimo, versión que ha causado gran revuelo en Santiago. A raíz de la denuncia aparecen en la capital chilena las mismas posiciones de siempre sobre la cuestión marítima, pero amplificadas por la coyuntura electoral. Líderes políticos de todos los colores han salido a desmentir cualquier arreglo con Bolivia y no quieren ni escuchar la palabra “soberanía”. Ayer fue el candidato opositor, Sebastián Piñera -con serias opciones de ganar-, el que dijo que mar para Bolivia, ni en sueños. Se ve muy feo que mientras por acá andamos regalando las aguas dulces del Silala, se hace cada vez más evidente que en Chile que no están dispuestos a darnos ni una gota de agua salada y menos un grano de arena de playa.
Fuente: Bajo el Penoco – El Día