EEUU. Valerie Jarrett. El presidente estadounidense sólo tiene debilidad por dos personas, su esposa, Michelle, y su asesora y asistente, Valerie.
El presidente de EEUU y su asesora, Valerie Jarrett. | AP
elmundo.es | Madrid
lunes 10/08/2009
Muy pocos conocen su nombre o reconocen su cara, pero Valerie Jarrett es posiblemente la persona más poderosa de la Casa Blanca después de Obama. El presidente estadounidense sólo tiene debilidad por dos personas, su esposa, Michelle, y su asesora y asistente, Valerie.
Un buen día de 1991, cuando Jarrett trabajaba para el entonces alcalde de Chicago, Richard Daley, conoció a la persona que uniría para siempre su camino al del presidente: Michelle Robinson. Robinson era un abogado y trabajaba para uno de los bufetes de mayor prestigioso de la ciudad. En los intentos del abogado por ligarse a la brillante intelectual de Hayde Park conoció a Barack Obama y desde entonces su vínculo ha sido irrompible.
Sólo Valerie o Michelle pueden convencerle de cualquier cosa. El año pasado cuando el presidente estadounidense aún no tenía asegurado ocupar el despacho oval, el cansancio y el agotamiento por luchar por su candidatura empezaba a hacer mella en el candidato demócrata.
La noche previa a las primarias de Carolina del Norte, Obama quería marcharse a descansar, sin embargo, su equipo de campaña le comunicó que tendría que hacer un último esfuerzo y acudir a un acto de una fraternidad de afroamericanos. Obama se negó en rotundo, pese a que todo su equipo se lo suplicó ante la importancia que podría tener la gala para la votación.
«Hombre, estoy cansado (…) No pienso ir al evento de ninguna hermandad», espetó el ahora presidente estadounidense ante la insistencia de sus asesores. Pero, de repente dos caras aparecieron en la mente de muchos de los miembros de su equipo: Michelle y Valerie Jarrett. «Sólo hay dos personas a las que no va decir que no», dijo Anton Gunn, director político.
Michelle lo intentó, pero su esposo también le lanzó una negativa por respuesta. En ese momento, Jarrett se llevó a su candidato aparte y con un tono suave y comprensivo le espetó: «Obama, quieres ganar, ¿verdad?». Obama afirmó con la cabeza y acudió al acto.
Es uno de los numerosos ejemplos que muestran la estrecha relación entre el presidente y la mujer a la que ya consideran la otra mitad del cerebro de Obama.
Jarrett es amiga de la familia de Obama desde que el presidente electo decidió postularse como senador por el estado de Illinois. También fue asesora de Obama durante su campaña presidencial a la Casa Blanca, y durante todo ese tiempo se ha convertido en una de sus confidentes más cercanas. Traducido en plata Valerie Jarrett es el vínculo de Obama con el mundo exterior.
«Con el tiempo, creo que nuestra relación ha evolucionado hasta el punto de que ella es como una hermana para mí… es de mi completa confianza», recoge el diario británico ‘The Independent’ en un artículo.
Nacida en EEUU, pero de padres iraníes, a Jarrett se la podría considerar la tercera en discordia en el hogar de los Obama, aunque en su casa el refrán de ‘tres son multitud’ no se cumple. Usando ese ‘feeling’ imposible de romper con Michelle y Barack, esta ejecutiva inmobiliaria y líder civil sin experiencia en campañas nacionales, se convirtió en una mediadora interna y externa que afianzó a Obama entre los líderes negros -muy desconfiados al principio- hizo la paz con los que preferían a Hillary Clinton antes que a su candidato y ahora ayuda a Barack Obama en sus decisiones principales.