Eske vendía los fármacos vencidos en todo el país

Una ex secretaria de la empresa facturaba las ventas a los nueve departamentos. Ayer, la Policía detuvo al dueño de la entidad. Las farmacias devolverán medicamentos adulterados, para evitar los riesgos. La Policía teme una intoxicación masiva con productos que aún están en circulación.

image Encarcelado: el dueño de Eske, Jaime Mamani Portillo (centro), fue detenido ayer, por segunda vez, en Cochabamba

Ex secretaria de Eske revela que distribuían en todo el país

Testigo: Milenka Ramírez dijo que no entiende por qué liberaron a Lucrecia Apaza Flores, la administradora de Eske, en La Paz, porque ella —según su testimonio— trabajaba en la importadora hace cinco o seis años.

La Prensa. Milenka Ramírez Mendoza, ex secretaria de la sede de Eske, en La Paz, reveló ayer que esa importadora distribuía medicamentos adulterados a farmacias en todo el país.

Eske era una empresa que importaba medicamentos y tenía su almacén principal en Cochabamba. Fue clausurada el 10 de diciembre de 2009 porque la Fiscalía y la Policía le secuestraron 20 toneladas de medicamentos con fechas de vencimiento adulteradas.



El jueves 7, la Aduana allanó dos oficinas de Eske, en La Paz y El Alto. Se incautó de más de 40 toneladas de medicamentos con fechas o vencidas entre 2004 y 2007 o adulteradas.

La administradora de Eske-La Paz, Lucrecia Apaza Flores, fue aprehendida acusada de cuatro delitos: atentado contra la salud pública, falsificación de marcas y contraseñas, asociación delictuosa y homicidio en grado de tentativa.

Pero el sábado 9, el Juzgado Octavo de Instrucción en lo Penal la dejó libre porque la Fiscalía no demostró pruebas de esas acusaciones.

La ex secretaria de la oficina de Eske en La Paz Milenka Ramírez visitó ayer la sede de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Concedió una entrevista exclusiva a La Prensa.

—¿Cuánto tiempo trabajó en Eske?

—Trabajé siete meses. Mi trabajo era facturar a las farmacias previa autorización de Lucrecia (Apaza Flores). Ella me pasaba los pedidos de los vendedores los firmaba y me ordenaba que los facture.

—¿A cuántas farmacias facturó Eske?

—A varias, eran bastantes, era a nivel nacional. No entiendo por qué la soltaron (a Lucrecia), porque ella trabajó cinco o seis años. El gerente (Jaime Mamani Portillo) vino una sola vez a La Paz, a darnos una capacitación, pero nunca hablé con él.

—¿Se acuerda de las farmacias a las que facturó?

—Las ventas más grandes eran a la Red Bolivia.

—¿Qué medicamentos adquirían?

—Los más frecuentes eran las amoxicilinas. Algunos sacaban de oferta por el corto vencimiento y se les rebajaba de precio, pero con la autorización del gerente.

—¿Sabía que eran adulterados?

—Directamente, las medicinas vencidas se las mandaba a la ciudad de Cochabamba, posteriormente nos mandaban por lote. Alguna vez yo vi las vencidas. La Red Bolivia nos devolvió los fármacos vencidos.

—¿Y otra red?

—La de El Alto, Virgen de Copacabana, la que está en la Ceja.

—¿Con qué frecuencia?

—La Red Bolivia, cada tres meses. Inclusive había visitadores médicos. Llegaban muestras de Cochabamba, las repartían o las regalábamos.

Por la noche, La Prensa se comunicó con el fiscal Marcos Vidal. Consultado sobre el testimonio brindado por la ex secretaria de Eske, dijo que ella será investigada por complicidad o encubrimiento y que se indagará los alcances de la red de distribución de medicamentos adulterados en todo el país. “Si sabía que Eske distribuía y vendía medicamentos adulterados, ¿porqué nunca lo denunció?”.

A las 18.00, el representante del Ministerio Público practicó un segundo allanamiento a la oficina de Eske, en en el centro. Ahí encontró una lista con 126 farmacias, comprobantes de pago y facturas que, según sus investigaciones, demuestran que Eske seguía vendiendo medicamentos después de su clausura del 10 de diciembre.

Las facturas corresponden a farmacias de La Paz, El Alto, Chuquisaca, Cochabamba y Santa Cruz. Se indaga si hubo más envíos.

Lucrecia Apaza Flores y 14 trabajadores de Eske S.R.L. fueron citados para declarar hoy ante el fiscal Vidal.

“Vendimos medicamentos a la Red Bolivia y a Virgen de Copacabana”.

La Policía teme más intoxicación

La Policía dio a conocer ayer su temor a una “intoxicación masiva” de personas en el país, tras aparecer nuevos indicios de que Eske seguía comercializando medicamentos adulterados y vencidos.

Así lo confirmó el director departamental de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) coronel Alberto Aracena.

Indicó además que las investigaciones policiales en coordinación con la Fiscalía apuntan a que Eske sí vendió medicamentos adulterados.

El propietario de la importadora Eske, Jaime Mamani Portillo, fue enviado ayer, por segunda vez, a la cárcel de San Sebastián, Cochabamba, con detención preventiva. Es acusado de los delitos de contrabando, falsificación de marcas y sellos y atentado contra la salud pública.

El Primer Juzgado de Instrucción en lo Penal de Cochabamba dispuso la detención preventiva de Jaime Mamani conforme al artículo 181 del Código Tributario y a los artículos 193 y artículo 16 del Código Penal. Mamani estuvo detenido en diciembre de 2009, pero le dieron prisión domiciliaria.

Devuelven medicamentos

Varias decenas de medicamentos caducos y adulterados de la importadora Eske fueron devueltos ayer a la Unidad de Farmacias y Laboratorios del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz.

Fueron cinco farmacias las que devolvieron medicamentos caducos y adulterados, dijo la responsable de la Unidad de Farmacias y Laboratorios, María Eugenia Yáñez, quien pidió que más farmacias sigan devolviéndolos porque, si no, serán clausuradas en los operativos.

Denuncian que ESKE vendió a dos cadenas
La ex funcionaria de la importadora, acusada de vender fármacos vencidos, señala que las cadenas Bolivia y Virgen de Copacabana compraron productos. En el resto del país, los Sedes ya realizan operativos en las boticas.

imageMEDICAMENTOS VENCIDOS • Efectivos del COA resguardan los fármacos de la empresa ESKE en la sede de Gobierno, antes de trasladarlos a los almacenes de la Aduana Nacional.

La Razón. La ex secretaria de la empresa de medicamentos ESKE SRL, Milenka Ramírez Mendoza, declaró ayer que esa importadora vendía sus fármacos a dos cadenas grandes: la Red Bolivia de La Paz y Virgen de Copacabana de El Alto.

“Las ventas más grandes eran a la Red Bolivia, ella repartía a sus organizaciones (sucursales). En El Alto, Virgen de Copacabana, a las que están en la Ceja”, señaló la ex funcionaria, luego de recoger la citación de la Fiscalía de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC) para que hoy preste su declaración judicial.

Este medio buscó la contraparte de los responsables de ambas cadenas. En la Red Bolivia, en dos sucursales, un par de funcionarias dijeron que están prohibidas de dar información.

En cambio, una de las dos administradoras de la cadena Virgen de Copacabana que maneja tres sucursales, Gloria Encinas, sostuvo que sólo en una ocasión adquirió de la importadora, a principios del 2009, “un lote de curitas” (venditas adhesivas).

En dos operativos realizados en las ciudades La Paz y El Alto, efectivos del Control Operativo Aduanero (COA) y funcionarios del Ministerio de Salud decomisaron 1.761 cajas de fármacos vencidos en los depósitos de la importadora ESKE SRL. En otros cuatro allanamientos en almacenes de esa empresa, en Cochabamba, se confiscaron 15 toneladas de medicamentos expirados y de contrabando.

Producto de esas acciones, fueron detenidas dos personas, pero ambas quedaron en libertad. Ayer se informó en Cochabamba que el propietario de la empresa, Jaime Mamani, que gozaba de libertad condicional, fue remitido a la cárcel de San Sebastián con detención preventiva.

En la tarde de ayer, el fiscal adscrito a la FELCC, Marcos Vidal, realizó otra inspección a la oficina de la importadora en la ciudad de La Paz. “Estoy recabando más datos, según el procedimiento legal, y mañana presentaré otra demanda judicial contra la coordinadora de la empresa (Lucrecia Apaza Flores) para que sea procesada”, anunció.

La anterior semana, en otro allanamiento que hizo Vidal, se reveló que son 126 las farmacias, de la ciudad de El Alto y La Paz, las que habrían recibido los fármacos de ESKE SRL, al parecer, después de que el Ministerio de Salud anuló su licencia de funcionamiento a fines del 2009.

En esa ocasión, el responsable de la Unidad de Medicamentos del Ministerio de Salud, Amílcar Rada, indicó que los fármacos comercializados por la importadora ESKE SRL no llegaron a las grandes farmacias y que la venta se habría hecho en establecimientos pequeños, rurales y periurbanos.

Entrevista

“Las ventas más grandes eran a la Red Bolivia”
Milenka Ramírez Mendoza, ex secretaria de la empresa ESKE en La Paz.

La ex secretaria de la importadora ESKE SRL, Milenka Ramírez Mendoza, fue citada por el fiscal adscrito a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), Marcos Vidal, para que declare hoy a las 17.00. Al salir ayer de esas instalaciones atendió a periodistas.

¿Trabajaba usted en ESKE?
Trabajé hasta noviembre, me retiraron por estar embarazada.

¿Qué productos tenía a la venta?, ¿eran adulterados?
La verdad, también me sorprendió porque he trabajado siete meses y nunca he tenido estos problemas. Mi labor era facturar a las farmacias, claro previa autorización de la señora Lucrecia (Apaza) que me pasaba los pedidos de los vendedores y firmaba.

¿A cuántas vendieron?
A varias a nivel nacional. No entiendo por qué la soltaron, porque ella trabajó de cinco a seis años.

¿Al día cuántas facturas daba, se acuerda algunos nombres?
Las ventas más grandes eran a la Red Bolivia. Ella repartía a sus organizaciones.

¿Sabía que eran adulterados?
Directamente los vencidos se mandaban a Cochabamba y luego nos enviaban otro lote. Alguna vez la Red Bolivia nos devolvió vencidos y consulté por qué tanto medicamento vencido, pero (Apaza) no contestaba.

¿Otra red grande?
Las de El Alto, Virgen de Copacabana, las que están en la Ceja.

¿Con qué frecuencia compraban?
La Red Bolivia cada tres meses, incluso había visitadores médicos, llegaban muestras de Cochabamba y las regalábamos.